En línea con la industria electrónica, que hace años utiliza baterías de ión de litio en sus productos, las principales automotoras del mundo escogieron el metal para que fuera parte del motor de los vehículos eléctricos híbridos de última generación, conocidos como HEV, en un esfuerzo por reducir la emisión de contaminantes y acabar con la dependencia de combustibles fósiles. Y, además, promover la innovación y producir nuevos modelos en un sector que está cada vez más en problemas.
La japonesa Nissan, por ejemplo, firmó en mayo de 2008 una alianza por US$ 146 millones con NEC para crear Automotive Energy Supply Corporation (AESC), empresa que desarrollará la producción masiva de baterías de ión de litio y que podrán ser utilizadas en vehículos híbridos, eléctricos y con células de combustible. En la empresa conjunta trabajan 80 funcionarios y se prevé alcanzar 190 puestos de trabajo en 2011. Localizada en la planta de Nissan de la ciudad de Kanagawa, Japón, AESC tiene una capacidad de producción de 65 mil baterías, pero por el momento la producción inicial es de sólo 13 mil al año.
Para la automotora, el uso de litio es fundamental para la masificación de los vehículos eléctricos. De acuerdo con la oficina de prensa de Nissan, la primera aplicación comercial de las baterías de ión de litio producidas por la joint-venture será en el vehículo eléctrico que la empresa lanzará en Estados Unidos y Japón durante el año fiscal de 2010 (1 de abril de 2010 hasta 31 de marzo de 2011). Recién en 2012, agregó la oficina, la empresa venderá esos modelos en otros mercados.
Por otro lado, Mercedes-Benz, que lanzará este año en Europa el modelo S400 BlueHYBRID, compró a fines de 2008 la participación de 49,9% de Evonik, filial de Li-Tec, fabricante europea de baterías de células de ión de litio. Según la automotora alemana, la producción de Li-Tec estará enfocada en atender las necesidades del grupo, y, como segundo objetivo, podrá abastecer al mercado interno y a otros clientes.
A pesar de la euforia desatada por el producto, el reciclaje de estas baterías recargables, como ocurre hoy en día con las piezas que alimentan celulares, notebooks y cámaras fotográficas, podría convertirse en el talón de Aquiles de la cadena productiva del sector. Sin embargo, las empresas ya se están moviendo para buscar y desarrollar procesos de reciclaje “verde” y reducir el impacto del material en la naturaleza.
Umicore, especializada en tecnología de materiales, ya tiene varias alianzas de carácter confidencial firmadas con automotoras para desarrollar procesos de reciclaje más eficientes y ambientalmente correctos, según su oficina de prensa. Oficialmente, la única asociación divulgada por Umicore es la realizada con Toyota, líder en el mercado de HEV.
Con reportes de Juan Pablo Rioseco, Patricia Zvaighaft y Marcelo Galli.
Publicado originalmente en América Economía (Chile)