Tres de los seis roedores fueron modificados genéticamente para que produzcan mayor cantidad de la proteína pleiotrofina (PTN), un factor de crecimiento. De esta manera se pretendía averiguar si así frenaban la pérdida de masa ósea en los ratones de cara a la preparación de misiones de larga duración. Los resultados de este experimento fueron publicados en la revista "PLoS ONE".
De acuerdo con elmundo.es, los ratones volaron al espacio el año 2009 a bordo del transbordador "Discovery", en el marco de la misión "Mice Drawer System", de la agencia espacial italiana (ASI). El experimento estuvo a cargo del Departamento de Oncología, Biología y Genética de la Universidad de Génova.
Tras volver a la Tierra, se realizó la comparación entre los roedores modificados genéticamente y sus tres compañeros. Los resultados arrojaron que los del primer grupo perdieron un 3% de masa ósea en la columna vertebral, mientras que los otros tres sufrieron una pérdida de un 41,5%.
El estudio parte de la preocupación que existe por la salud de los astronautas que pasan periodos prolongados en el espacio, pues se ha comprobado que en un ambiente de gravidez cero sufren la pérdida de masa ósea y muscular. Esto se debe a que el ejercicio del cuerpo se reduce considerablemente, provocando un descenso en la masa de los huesos y haciéndolos más frágiles.
Para minimizar los efectos de la ingravidez, los astronautas deben realizar ejercicio a diario y tomar suplementos de calcio durante su estancia en la ISS. Pese a ello, pueden llegar a perder entre el 20 y el 30% de masa ósea, un porcentaje difícil de recuperar incluso cuando han regresado a la Tierra.
Noticia publicada en El Nacional (Venezuela)