En España nacieron el año pasado unas 4.000 aves rapaces en cautividad. Ahora, dos empresas ubicadas en el Parque Científico de la Universidad de Salamanca, Cenit Support Systems y Arbórea Gestión Ambiental, se alían para poder sexar esas aves nada más nacer a través del ADN. Una pluma o la membrana del huevo son suficientes para realizar una prueba que puede condicionar toda la vida del animal.
Cenitss es una empresa especializada en biología molecular y análisis de datos. Arbórea acumula una experiencia de 10 años en gestión de faunas silvestres. Las dos han coincidido en el Parque Científico de la USAL y han unido sus fuerzas para dar el salto al mercado internacional de criadores domésticos de aves.
La técnica que utilizan sirve para cualquier tipo de "pájaro". El criador tan sólo tiene que introducir en un sobre una pluma del animal adulto o la membrana del huevo, en el momento del nacimiento y enviarla a Cenitss.
ADN
Lo primero al recibir la pluma es extraer el ADN. "Luego lo replicamos, y lo que hacemos es amplificar un gen que determina el sexo en las aves. Al igual que los humanos tienen cromosoma XY o XX, en las aves sería ZW, para las hembras, y ZZ, para los machos", explica Marta Montero Barrientos. "Somos la única empresa en España que hace el sexado de aves de forma profesional, aunque hay grupos de investigación en la Universidad de Barcelona y la Autónoma de Madrid que también lo hacen", subraya Marta.
Carlos Bernabéu es el alma de Arbórea y el experto en aves. "Actualmente hay una producción doméstica muy grande de rapaces, de loros, periquitos, cacatúas... Los criadores domésticos producen estas aves para diversas acciones, algunas se destinan a la reintroducción en el medio natural, para cetrería, mascotas...", subraya.
Los criadores de este tipo de aves necesitan un test de paternidad para demostrar que son productos de la cría doméstica y que no han sido expoliados. Por otro lado, también le interesa conocer el sexo del animal nada más salir del huevo para decidir su destino.
Reproducción
Si es una hembra y se la va a destinar a ser reproductora tendrá unos cuidados diferente desde su nacimiento. "Las técnicas actuales de reproducción doméstica se basan en la mayor parte en la inseminación artificial y se trabaja desde que sale del huevo con técnicas de "imprinting" para que en el momento de llegar a la madurez sexual, el ave reconozca a su criador como una pareja sexual. De esa forma, el criador podrá hacer una inseminación voluntaria con una cánula. Una hembra que se ha criado con este método le permitirá una simulación de la cópula y así obtenemos una inseminación muy eficiente de especies que, en cautiverio, no se reproducen de otra manera», explica Bernabéu.
"El conocimiento temprano del sexo y manejo específico de las reproductoras nos van a permitir criar especies muy complicadas para reintroducirlas en el medio natural o para reproducir, por ejemplo, los halcones que se utilizan en los aeropuertos para garantizar el tráfico aéreo", indica.
Noticia publicada en El Mundo (España)