El carcinoma renal de células claras (CRCC), que es la forma más común de cáncer de riñón, se diferencia de otros tumores porque se lo considera marcadamente constante y la mayoría de los casos estarían provocados por mutaciones en un único gen, llamado VHL.
Pero cuando los investigadores realizaron un estudio de secuenciación de ADN amplio sobre más de 3.500 genes de alrededor de 100 muestras tumorales hallaron evidencia de que variaciones en otros genes también estaban haciendo que las células se volvieran cancerosas.
Tres de los genes están involucrados en la modificación de las proteínas llamadas histonas, que ayudan a empaquetar el ADN y son cruciales en el funcionamiento de las células, informó el equipo en la revista Nature.
"Incluso en estos casos más claros, observamos evidencia de una heterogeneidad genética importante", dijo Andy Futreal, codirector del Proyecto Genoma del Cáncer del Instituto Sanger, en Cambridge.
Si bien ninguna de las nuevas mutaciones representó más del 5 por ciento de los casos de cáncer, el descubrimiento debería finalmente ayudar en el diagnóstico y en una mejor selección de tratamientos para los pacientes.
Los últimos hallazgos destacan la importancia de la medicina personalizada, que consiste en la selección de terapias farmacológicas específicas para cada paciente. Científicos del Instituto Sanger produjeron el mes pasado "mapas" genéticos en los que identificaron miles de mutaciones detrás del tumor de piel denominado melanoma y del cáncer de pulmón.
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