La agencia espacial estadounidense NASA se vio obligada a posponer al miércoles el lanzamiento de prueba del cohete espacial de tercera generación que reemplazará al trasbordador espacial debido a las adversas condiciones meteorológicas en la estación de Cabo Cañaveral, en el estado de Florida.
Los ingenieros no tuvieron tiempo suficiente para lanzar el Ares- 1-X en el momento en que el cielo sobre el centro espacial Kennedy estaba despejado de nubes, durante las cuatro horas de margen asignadas a la operación que comenzó a las 12 GTM.
La NASA dijo que evaluaría si las condiciones meteorológicas serán óptimas para realizar un posible lanzamiento de prueba el miércoles o a finales de esta semana.
Está previsto que el cohete vuele a una altura de 40 kilómetros y que recorra unos 70 kilómetros en su lanzamiento de prueba. Después la parte inferior del cohete se desprenderá y con la ayuda de un paracaídas que actuará como mecanismo de freno, caerá en el Atlántico, tras lo cual podrá ser reutilizada.
La parte superior del cohete -una imitación de una cápsula espacial para la tripulación- también se precipitará al mar. Durante el vuelo de tan sólo unos seis minutos de duración, unos 700 sensores a bordo del cohete enviarán datos a los ingenieros de la agencia espacial en Cabo Cañaveral.
El Ares-1-X, de unos 100 metros de altitud, es uno de los dos nuevos cohetes espaciales planeados por la NASA en el marco de su programa "Constelación", cuyo eventual objetivo es transportar de nuevo a personas a la Luna.
El Ares-1 se utilizaría para trasladar a astronautas a órbitas cercanas a la Tierra, incluida la Estación Espacial Internacional (ISS), a bordo de la cápsula de tercera generación "Orion". Más adelante está previsto fabricar una versión más potente, el Ares- 5 para transportar astronautas a la Luna y a mayores distancias.
Noticia publicada en Milenio (México)