De acuerdo con el artículo "Gracias a ellos - Niels Bohr", aparecido el 29 de septiembre pasado en el sitio en Internet tienemigalacosa.blogspot.com, el modelo atómico construido por el físico Ernest Rutherford no podía explicar los espectros atómicos.
Tal situación fue aclarada por Bohr, quien por sus descubrimientos sobre la estructura atómica y la radiación recibió en 1922 el Premio Nobel de Física. Además concibió el principio de la complementariedad. Sus trabajos sobre la estructura atómica y la radiación fueron la base de la física atómica y nuclear modernas.
Nacido en Copenhague, Dinamarca, Niels Henrik David Bohr, su nombre completo, estudió en la Universidad de Copenhague y consiguió un doctorado en 1911. En ese año, con una beca y muchos sueños por delante, viajó a Gran Bretaña para estudiar en el Cavendish Laboratory de Cambridge, en donde pasó seis meses.
Con entusiasmo y gran ilusión por ver traducida del danés al inglés su exhaustiva tesis de doctorado acerca de los electrones, Bohr trabajó bajo la dirección de Joseph John Thompson. Sin embargo, al mostrar éste poco interés en su trabajo se marchó en 1912 a la Universidad de Manchester. Una vez ahí, el físico teórico trabajó sin descanso en la investigación de la radioactividad y de modelos atómicos con Ernest Rutherford, con el ansia de enseñar esos temas en Dinarmarca cuando regresara.
De esa investigación surgió una gran amistad entre los estudiosos, pues, aunque en personalidad muy distinta, su vocación e ingenio los unió en un viaje por el mundo de la física que resultó en grandes descubrimientos. De acuerdo con amigos cercanos a Bohr, mientras Rutherford vociferaba al hablar, el primero lo hacía casi en susurro, cuidaba cada palabra que surgía de sus labios, conocedores de tres lenguas distintas.
Fue tal la obsesión de Bohr por sus estudios que incluso escribió borradores en tarjetas postales, en las que rectificaba una y otra vez la complejidad de sus descubrimientos, los cuales fueron revisados posteriormente por Rutherford. En 1913, después de analizar con gran emoción sus apuntes, el físico danés reveló su visión del átomo en tres ensayos que fueron publicados en el "Philosophical Magazine" británico.
Sus descubrimientos, que tuvieron como base la constante de Ernest Planck y las emisiones espectrales del átomo de hidrógeno como pincel y tela, fueron descritos en tres postulados. Los dos primeros se refieren a la circulación de los electrones en las órbitas de un átomo y el tercero sobre la radiación de energía, la cual ocurre sólo "cuando un electrón pasa de una órbita de mayor energía a una de menor".
A partir de este trabajo una nueva generación de investigadores, provenientes de Gran Bretaña, Alemania, Dinamarca y Suecia empezaron a desarrollar poderosas evidencias en apoyo a las ideas del incansable investigador. La nueva teoría comenzó a ser aplicada con gran éxito al átomo de hidrógeno y, aunque el modelo fue generalizado posteriormente por otros investigadores, su teoría atómica es considerada la base de la física atómica y nuclear modernas.
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