Los ojos son la única parte del cuerpo en la que no podemos usar crema solar; sin embargo, es veinte veces más sensible al sol que la piel. Es tan peligrosa la exposición al sol de forma intensa (muchas horas en el mismo día) como cuando la misma es prolongada a lo largo del tiempo. Además, no se debe olvidar que la utilización de lámparas de rayos UVA producen las mismas lesiones que los rayos solares.
Junto al uso de gafas de sol, hay dos formas sencillas para reducir la exposición a la radiación ultravioleta como es el permanecer en interiores en las horas de máxima intensidad o el uso de un sombrero con el que la exposición ocular a los mismos se reducirá a la mitad. Si, además, con él se usan las gafas de sol, se estará reduciendo la radicación ultravioleta que llega al 95% ya que los efectos de los sombreros y de las gafas son aditivos.
Hay que tener en cuenta que si se protege a los niños con una gorra y la visera se coloca hacia atrás, como en los últimos tiempos se ha puesto de moda, no se consigue ningún tipo de protección, informa la Consejería en un comunicado en el que recuerda que las patologías más frecuentes por la radiación solar más frecuentes son la pinguécula y pterigion (pernal), que son originados por una exposición crónica al sol. Son lesiones carnosas de color blanco-amarillento que aparecen en la zona que queda expuesta con la apertura de los párpados, siendo más frecuentes en zonas tropicales y con una clara asociación a la exposición a ultravioletas.
La queratopatía superficial aparece hasta seis horas tras una exposición aguda a ultravioletas. El cuadro es similar al que se les produce a los soldadores que no utilizan las máscaras de protección adecuadas o esquiadores debido a la alta capacidad de reflejo de la luz que tiene la nieve. Las córneas que están más adelgazadas por patologías como el queratocono o han sido sometidas a una cirugía refractiva, absorben menos radiación y ésta entrará en mayor cantidad en el ojo, creando lesiones internas.
Aunque la principal causas de las cataratas es la edad, diversos estudios han demostrado que los rayos ultravioletas pueden ser causantes o incluso acelerar la evolución de las mismas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 20% de los 16 millones de casos de ceguera que todos los años se registran como consecuencia de unas cataratas, se deben a la sobre exposición a la radiación ultravioleta.
Noticia completa en Canarias al Día (España)