Ésa es la versión oficial, la que la agencia espacial todavía mantiene, pero algunas fuentes de la organización aseguran que los recortes económicos también han llegado a la exploración espacial y que se prepara un «plan B» para hacer un viaje más «barato». En concreto, un alto ejecutivo de la NASA, John Shannon, director del programa de lanzamientos, ha expuesto un proyecto alternativo de alrededor de 6,6 billones para regresar a nuestro satélite sin arruinarnos. En resumen, la propuesta consiste en que los astronautas, en vez de viajar en un «coche de lujo» se conformen con una «camioneta Ford».
La opción dejaría aparcados los nuevos super cohetes de la agencia, el Ares I y el Ares V. La alternativa apuesta por naves que nos resultan más familiares: el antiguo sistema de lanzadera espacial con su gigantesco depósito de combusible color naranja y dos cohetes impulsores. Llevarían dos nuevos vehículos: un contenedor de carga y una cápsula como el Apollo para el viaje de los astronautas. Estos dos vehículos podrían viajar a la Luna o a la Estación Espacial Internacional (ISS).
Otra ventaja de utilizar el antiguo sistema de lanzadera es que la NASA no tendría que reconfigurar el Centro Espacial Kennedy, lo que ahorraría billones de dólares, tiempo y «dolores de cabeza» a los ingenieros espaciales, según Shannon. Este sistema también podría ponerse en marcha con un año de antelación. Por contra, sólo podría llevar a dos astronautas a la vez en lugar de a tres o cuatro, lo que reduciría la posibilidad de instalar bases en la Luna.
Noticia publicada en ABC (España)