En esta "fase de lavado", que fue descubierta por un equipo internacional de investigadores encabezado por Franz Rohrer que realizó estudios en China, se forma mucho menos ozono que en los procesos de limpieza natural de la atmósfera conocidos hasta ahora, indican los expertos en un artículo publicado en la revista estadounidense "Science" en su versión online.
En el aire muy contaminado sobre el delta del río Perl, en el sur de China, los científicos midieron a lo largo del día todas las sustancias de entrada y salida en el proceso de limpieza.
Comprobaron que la degradación de los contaminantes atmosféricos cambia al "turbo lavado" a partir de alrededor de las 10:00 horas. Debido a que existe una concentración mucho más alta de radicales hidroxilo (radicales OH) como sustancia de limpieza, también aumentó la velocidad de degradación.
Resultó sorpresivo para los científicos que en este proceso de limpieza se formara menos cantidad de ozono de lo esperado. En una fase de lavado normal, los radicales hidroxilo son reciclados con nitrógeno. A continuación, están disponibles para nuevas fases de limpieza.
Hasta ahora se suponía que por cada molécula de nitrógeno degradada se formaba entre una y dos moléculas de ozono. Sin embargo, en el mecanismo descubierto ahora, la concentración de nitrógeno medida y la cantidad de ozono formado eran demasiado bajas.
Obsevaciones similares fueron realizadas anterioremente en regiones bocosas de América del Norte y en la selva tropical de Surinam. Los investigadores tienen previsto descifrar el mecanismo a través de experimentos en cámaras simuladoras de la atmósfera.
Noticia publicada en El País (Costa Rica)