A esta conclusión llegó un grupo de especialistas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) que se dedicó a medir la calidad del aire en las zonas de mayor movimiento estudiantil y oferta nocturna.
Dos estaciones fijas dotadas de unos filtros de microfibra de cuarzo fueron las encargadas en recoger las partículas suspendidas en el aire y que contenían hasta 17 compuestos pertenecientes a cinco clases de drogas; como la cocaína, anfetaminas, opiáceos, cannabinoides y ácido lisérgico.
En otras palabras, detectaron "la droga que se inhala o se fuma", tal y como le explicó a BBC Mundo Damiá Barceló, uno de los investigadores que dirigió el estudio.
Más cocaína
"En Madrid se detectó heroína y en Barcelona no, porque en Madrid ésta se inhala y en Barcelona se inyecta", agregó Barceló, quien considera que el estudio permite conocer los comportamientos de una población en cuanto al consumo de drogas.
"También puede ser útil para las fuerzas policiales si éstas adaptan las estaciones a unidades móviles", continuó el especialista. "Aunque estaríamos hablando de herramientas muy costosas porque cuestan unos 400.000 euros (US$550.000)".
Si bien en todas las muestras, que recogían las partículas del aire durante 24 horas, se encontraron niveles de cocaína y de un cannabinoide, el tetrahidrocannabinol, los niveles más altos corresponden a la cocaína. Se hallaron concentraciones de hasta 850 picogramos (la billonésima parte de un gramo) por metro cúbico de aire.
"Esto no representa un riesgo para la salud", advirtió Barceló, pues estamos hablando de cantidades mínimas que "ni viviendo 1.000 años, llegaríamos a consumir el equivalente a una dosis de cocaína por respirar este aire", continuó Miren López de Alda, integrante del equipo de investigadores.
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