Esto ha permitido, por ejemplo, posicionar elementos enterrados como son las cuevas subterráneas de las zonas kársticas, sin la necesidad de acceder a ellas, y por tanto modelar la estructura geológica de las capas más superficiales con profundidades menores de 50 metros.
Para ello, el Centro Tecnológico del Mármol, perteneciente a la red de centros tecnológicos que impulsa la Consejería de Universidades, Empresa e Investigación a través de Instituto de Fomento (Info), ha tenido que integrar distintas tecnologías, como los radares de penetración en tierra (GPR) y los nuevos software de información geográfica (GIS) desarrollados a partir de los GPS.
Y es que los sistemas GPR permiten inspeccionar de modo no destructivo, y sobre todo rápido, las distintas zonas de investigación para detectar infraestructuras soterradas, yacimientos arqueológicos, zonas kársticas o capas de distintos sedimentos.
No obstante, no están exentos de problemas, y los medios con propiedades conductores atenúan la señal de forma que el sistema no puede obtener la información que se encuentra debajo de estas capas. Además, los medios heterogéneos presentan gran dificultad de interpretación, lo que provoca que se haya utilizado de manera ineficiente en distintas aplicaciones
Así, el Centro Tecnológico integró el GPR con el GIS, que permite mostrar de forma visual y sencilla la información adquirida a partir de los estudios geológicos para determinar la estructura de distintas zonas.
Basándose en esta idea, desde el Centro Tecnológico y gracias a la interdisciplinaridad de éste, se ha trabajado en el desarrollo de aplicaciones GPS-GPR para revelar la estructura del subsuelo, tan importante en minería.
Siguiendo la filosofía de los sistemas GIS, se ha desarrollado la inspección no destructiva mediante GPS-GPR y por tanto la georeferenciación de los datos del subsuelo, esto permite al geólogo del grupo de trabajo trasladar de manera directa los resultados al modelo estructural de la zona.
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