Google quiere extender a España el acuerdo alcanzado el pasado octubre con los editores y autores de Estados Unidos, que puso fin a años de litigio con quienes acusaban al gigante de Internet de haber escaneado sus obras sin permiso para su proyecto Google Books. Desde que se inició en 2004, Google ha escaneado más de siete millones de libros en cien idiomas.
El acuerdo no sólo contempla indemnizar a los afectados, sino que abre la posibilidad de que los usuarios estadounidenses puedan adquirir y disponer de los libros online. Una vez que la justicia americana ratifique el próximo junio el acuerdo, Google tiene intención de empezar a negociar con el Centro Español de Derechos de Reproducción (Cedro) y las editoriales españolas, de forma que puedan acogerse a las nuevas vías de comercialización que abre este programa.
«Las editoriales españolas se mueven entre el lógico temor a lo desconocido y la expectación acerca de cómo Internet puede ser una solución para hacer llegar sus obras a mucha más gente», explica Luis Collado, responsable de Google Búsqueda de Libros en España.
Cedro mantiene una campaña de comunicación a sus más de 16.000 socios para difundir el contenido y el alcance de lo que se ha bautizado como el Acuerdo Google. Según fuentes de este organismo, hasta la fecha más de 5.000 autores y unas 300 editoriales españolas se han puesto en contacto con ellos para que soliciten en su nombre las indemnizaciones que les pueden corresponder por el escaneado de sus obras en Estados Unidos. La compensación económica será de 60 dólares (44 euros) por cada obra.
Google cree que el acuerdo abre nuevas fuentes de ingresos a los autores y editores, especialmente, sobre los títulos descatalogados. Los estadounidenses pueden visualizar hasta un 20% de la mayoría de las obras descatalogadas de forma gratuita. Asimismo, pueden comprar la versión online digitalizada, lo que da derecho a leer todo el libro desde cualquier ordenador conectado a Internet.
En el caso de libros que se encuentren aún en el catálogo editorial, por defecto, no podrán visualizar ningún fragmento, ni tampoco comprarlo. Eso sí, los titulares de derechos pueden en cualquier momento decidir activar las mismas opciones que para los libros descatalogados. Google recibiría un 37% de la venta del libro y el 63% restante se distribuirá entre los titulares mediante un registro de derechos de libros que financiará el buscador.
Este acuerdo no afecta a los libros que no estén protegidos por derechos de autor (por ejemplo El Quijote), que se encuentran disponibles de forma gratuita y completa.
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