Uno de ellos ha sido elaborado por la Universidad de Kingston junto al Chartered Institute of Personnel and Development. Este estudio habla de cómo el liderazgo tiene tanto que ver con la inspiración y con la pasión como con la perseverancia y el trabajo duro.
El estudio se centra en los comportamientos observados en cuatro organizaciones, dos del sector público y dos del sector privado, respecto al compromiso de los empleados. Otro elemento del estudio se adentraba en los factores que hacían que la gente se sintiera más feliz y productiva.
Al mismo tiempo, otra investigación canadiense sostiene que el conflicto, bien gestionado, puede ser beneficioso para una organización y es un “catalizador” para encontrar las mejores soluciones, innovaciones o incrementar la motivación.
El primer estudio argumenta que muchos directivos se centran excesivamente en la estrategia y en temas más políticos, olvidándose de poner atención en sus empleados y, sobre todo, en la moral de estos.
Inspirar
Cuando se trata de inspirar a la gente, es necesario apelar a su lado emocional, no sólo al racional, dice el estudio. En concreto, se apela al “sentido común” para conectar con los roles de cada trabajador. Se refiere a escuchar al staff, a permitirles que tengan un equilibrio entre su vida privada y su vida profesional, a darles la oportunidad de intercambiar ideas o a reconocer su trabajo y su contribución a la organización.
En la maraña económica que estamos viviendo, es muy fácil que los directivos basen su estrategia en ahorrar costes, y que se olviden de la necesidad de “apasionar y motivar”. Precisamente debido a este momento tan complicado, es necesario que las empresas inviertan en sus trabajadores sin dilación, advierte el estudio.
En este sentido, los trabajadores tienen que saber continuamente que su trabajo sirve, que tiene un valor real. Cuando esto es así, son más leales y tienden a recomendar su organización a otras personas.
Por géneros, el estudio concluye que las mujeres emplean más tiempo en preocuparse por el trabajo que los hombres. Además, ellas están más ligadas emocionalmente con sus trabajos.
El valor del conflicto
El estudio canadiense, por su parte, ha consistido en una encuesta llevada a cabo por Psychometrics Canada entre 350 profesionales de los Recursos Humanos. Este estudio concluye que más de las tres cuartas partes de los entrevistados sentían que el conflicto permitía un mejor conocimiento entre trabajadores.
Más de la mitad aseguró, asimismo, que el conflicto daba como resultado mejores soluciones a los problemas, mientras que un 10% sostenía que mejoraba el comportamiento de los equipos y un tercio que incrementaba la motivación.
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