Así lo ha declarado a Efe el director general adjunto en representación de la Unión Europea del ITER, el físico español Carlos Alejaldre, quien ha visitado esta semana Madrid para participar en un foro, celebrado en el Ciemat, en donde han participado varias empresas españolas interesadas en colaborar en la fabricación de piezas para el proyecto.
Precisamente esta semana pasada también en el Ciemat se ha firmado un acuerdo entre España y Japón para la colaboración en la investigación de energía de fusión.
Según Alejaldre, inicialmente "la crisis económica mundial no parece que vaya a afectar" al presupuesto económico previsto para el desarrollo de este macroproyecto internacional cifrado en 5.000 millones de euros, y en el que participa España, dentro del grupo de países de la Unión Europea (UE). El resto de participantes en el ITER son: Japón, China, India, la República de Corea, Rusia y los Estados Unidos.
Según Alejaldre, "el gran reto en el desarrollo de este reactor es la construcción misma de la máquina", dentro del calendario establecido, con la previsión de unos diez años para la finalización de los trabajos de construcción, y con el presupuesto inicialmente asignado.
En unas condiciones de laboratorio, y controladas por el hombre, se reproducirán en la Tierra las reacciones de fusión que tienen lugar en el Sol y otras estrellas, lo que se perfila como una de las tecnologías del futuro para generar energía eléctrica renovable, limpia y barata.
Frente a los actuales reactores nucleares basados en la fisión, la energía de fusión es completamente segura, pues carece de desechos radiactivos; en la fusión, los átomos de elementos ligeros (como el hidrógeno) chocan entre sí y se fusionan a temperaturas extremadamente altas.
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