Júpiter y Saturno, los dos planetas gigantes del Sistema Solar, recibirán la visita de naves científicas con bandera conjunta estadounidense y europea, si culminan con acuerdos formales la intención declarada recientemente por ambas partes de aunar esfuerzos para estas misiones conjuntas. Los responsables de la NASA y de la Agencia Europea del Espacio (ESA) mantuvieron recientemente una reunión en Washington para discutir los planes respectivos de exploración planetaria y acordaron un escenario común. Primero arrancaría la misión a Júpiter y después la de Saturno. "Esta empresa común es un maravilloso nuevo reto de exploración y supondrá un hito en las ciencias planetarias del siglo XXI", ha declarado David Southwood, director científico de la agencia europea.
La misión a Júpiter podría partir de la Tierra en 2020 para llegar a su destino en 2026 y estudiar durante tres años el planeta gigante y sus cuatro satélites principales, con especial interés en Europa (que puede tener un océano) y Ganímedes, la mayor luna del Sistema Solar. La idea es que la NASA construya y ponga en órbita una nave automática inicialmente llamada Jupiter-Europa Orbiter, y que la ESA se encargue de otra, la Júpiter-Ganymede Orbiter, que actuarían coordinadamente. Este proyecto supone la fusión del que venía estudiando la NASA (Europa-Jupiter System Misión) y el de la ESA (Laplace), que contempla la posibilidad de enviar un módulo de descenso a la superficie de Europa.
El viaje a Saturno consistiría en un artefacto orbital desarrollado por la NASA y un módulo de la ESA para descender en su luna Titán junto con un globo para investigar la atmósfera allí. Esta compleja misión supone varios retos que exigen aún bastantes estudios y desarrollos tecnológicos complejos. El plan conjunto fusiona la idea estadounidense de hacer una misión a Titán y a Saturno con el proyecto Tandem europeo.
Noticia completa en El País (España)