Ésta es la principal conclusión a la que ha llegado un estudio conjunto de los Servicios de Reumatología y de Neumología del Hospital del Mar de Barcelona y del grupo de investigación en miogénesis, inflamación y función muscular del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM) de Barcelona, financiado gracias a una beca FIS del Ministerio de Sanidad concedida en el año 2006, y cuyos resultados preliminares se han presentado por primera vez en el Congreso anual de la American College of Rheumatology.
Los datos de este estudio, realizado tras 60 biopsias del músculo deltoides de 30 pacientes con fibromialgia (y que siguen analizándose), apuntan por vez primera al carácter orgánico de esta enfermedad, demostrándose la presencia de actividad inflamatoria local en las zonas afectadas.
En este sentido, Jordi Carbonell, jefe del servicio de Reumatología del hospital catalán y uno de los firmantes del estudio, asegura que "esta actividad inflamatoria se ha observado, especialmente, en los momentos de la aparición o del empeoramiento de una crisis de dolor, con la evidencia de alteraciones estructurales y de estrés oxidativo durante estos periodos".
Este experto declaró que, a pesar de que no se conocen la vías por las que se produce esta alteración en el paciente, el estudio sí confirma la existencia de una asociación significativa entre la afectación muscular de los pacientes con fibromialgia, medida por indicadores de estrés oxidativo, altos niveles de interleuquina 6 y una baja concentración de TNF-alfa, "situación que, como es bien conocido, impide la normal reparación de los músculos en los pacientes que lo sufren", explicó.
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