El satélite, bautizado "Ibuki", que significa "aliento" fue puesto en órbita junto con otras siete sondas en un cohete japonés H2A. JAXA, la agencia espacial nipona, dijo que el lanzamiento había sido un éxito, pero funcionarios señalaron que estaban examinando la ruta de los satélites para asegurarse que habían ingresado en órbita sin problemas.
Ibuki, que orbitará el planeta cada 100 minutos, almacenará información sobre los niveles de gases contaminantes en torno a la tierra durante los próximos cinco años. Los datos serán compartidos con la NASA de Estados Unidos y otras organizaciones espaciales y científicas.
Funcionarios dijeron que la misión del satélite Ibuki era la primera de su tipo. Está equipado con sensores ópticos que miden la luz reflejada de la tierra y evalúan la densidad del anhídrido carbónico y el metano, dos gases que se piensa son los principales responsables del calentamiento global de la atmósfera.
"El calentamiento global es uno de los temas que más apremian a la comunidad internacional y Japón está totalmente comprometido a reducir el anhídrido carbónico", dijo Yasushi Tadami, un funcionario que trabaja en el proyecto por encargo del ministerio del Medio Ambiente del Japón. "La ventaja del Ibuki es que puede evaluar la densidad del anhídrido carbónico y del metano en cualquier parte del mundo", añadió.
Noticia publicada en El Nuevo Herald (EEUU)