Una investigación anterior dirigida por científicos de la Universidad de Bonn (Alemania) había identificado en 2005 un gen relacionado con la calvicie en el cromosoma X.
Sin embargo, los hombres heredan el cromosoma X de la madre y el cromosoma Y del padre. Por tanto, aquel gen del cromosoma X solo explicaba los casos de calvicie transmitidos por línea materna (por ejemplo, cuando un hombre hereda el patrón de calvicie de su abuelo materno).
Dado que hay casos que parecen transmitirse de padres a hijos, tenía que haber algún otro gen relacionado con la pérdida de cabello en otro cromosoma.
Para localizarlo, dos equipos científicos han empleado una nueva técnica genética llamada análisis de genoma completo. Consiste en analizar el genoma íntegro de un grupo amplio de voluntarios y en segregarlos según lo que se quiere investigar (en este caso, calvos por un lado y no calvos por otro).
De este modo se puede encontrar en qué puntos del genoma hay diferencias significativas entre ambos grupos.
Ambos equipos científicos coinciden en que las diferencias más importantes entre personas con alopecia androgénica y el resto de la población se concentran en dos puntos del genoma. Una está en el gen del cromosoma X que ya se conocía.
La otra es una alteración genética localizada en el cromosoma 20 que podría explicar la mayoría de los casos de calvicie masculina transmitidos por línea paterna.
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