Una alfombra de crustáceos pequeños sobre el lecho del Golfo de México, una ciudad de estrellas conocidas como ofiuras frente a las costas de Nueva Zelanda y una autopista antártica donde pulpos se desplazan en agua muy salina son algunas de las maravillas descubiertas por investigadores que compilan un censo masivo de la vida en el mar.
""Aún estamos haciendo descubrimientos"", dijo el científico Ron O"Dor. Los investigadores también están ocupados integrando al panorama integral de la vida en los océanos otros datos que recabaron con anterioridad.
La cuarta actualización del censo fue publicada el domingo, previo a una reunión de cientos de investigadores que comienza el martes en Valencia, España. Más dedos milcientíficos de 82 naciones están participando en el proyecto, el cual se completará en el 2010.
Patricia Miloslavich, una científica de Venezuela, está contenta con los moluscos recientemente descubiertos, desde caracoles a moluscos de 10 brazos y calamares.
Un descubrimiento que deleita a O"Dor es que muchos pulpos de aguas profundas del océano comparten un origen en la Antártica. A medida que este continente se enfría más, el hielo se incrementa y los pulpos se ven obligados a ir a aguas más profundas, comentó el científico en una entrevista telefónica.
La sal y el oxígeno se concentran en el agua a mayor profundidad, señaló O"Dor. Esta agua densa fluye entonces, transportando los pulpos que se han adaptado a nuevas condiciones, posibilitándoles esparcirse a aguas profundas en todo el planeta.
Los pulpos de aguas profundas de todo el mundo, comentó, carecen del saco de tinta que permite a sus primos de aguas cercanas a la superficie lanzar una cortina para ocultarse tras ella.
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