En la superficie de las estrellas se producen oscilaciones, similares a los terremotos que tienen lugar en la Tierra, que están siendo útiles para que los astrónomos averiguen qué esconden en el interior estos lejanos astros. Detectar y analizar estos cambios es la misión del satélite europeo CoRoT, cuyos resultados se publican esta semana en la revista "Science".
Ha sido un consorcio internacional, en el que participan varias instituciones científicas españolas, el responsable de medir estas oscilaciones en tres estrellas cercanas al Sistema Solar.
Rafael Garrido, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC) y coordinador de equipo español, explica que el objetivo es el mismo que en la Tierra: "En nuestro planeta sabemos lo que hay dentro porque se estudian las ondas que lo atraviesan y se observan las diferentes zonas por la que pasan en función de la densidad. Es lo mismo que ocurre en las estrellas. En su superficie hay ondas, producidas por cambios en las temperaturas. Nosotros medimos las variaciones en la luz y podemos averiguar cómo es el interior".
El satélite CoRoT, situado en órbita a 800 kilómetros y que gira en torno al planeta, ha logrado medir con gran precisión estas ondas en tres estrellas y ha visto que estas variaciones son 1,56 veces más vigorosas que las que se producen en el Sol y que su granulación (que son las burbujas que forman los gases que hierven en el interior) es tres veces más fina.
Noticia completa en El Mundo (España)