Para los científicos, la dilatación del tiempo resulta uno de los aspectos más fascinantes de la relatividad especial, dado que acaba con la noción del tiempo absoluto. Esta dilatación fue observada por vez primera de manera experimental en 1938 por Ives y Stilwell, y también, más adelante, por otros físicos, como Pound y Rebka (en 1959).
Ahora, una nueva investigación realizada en el Instituto Max Planck de Física Nuclear, y cuyos resultados aparecen publicados en la revista Nature, ha conseguido constatar con una precisión sin precedentes el fenómeno de la dilatación del tiempo.
En los últimos años, ha ido creciendo el interés por la posibilidad de experimentar y probar con mayor certeza, gracias a la tecnología moderna, algunas teorías científicas porque nada indica que la teoría de Einstein sea una descripción exacta de la realidad en todas las situaciones y fenómenos.
Espectroscopia de absorción saturada
La técnica utilizada por los científicos del Instituto Max Planck procede de la óptica cuántica, un campo de investigación que se ocupa de la aplicación de la mecánica cuántica a fenómenos que implican la luz y sus interacciones con la materia.
La técnica empleada se conoce como espectroscopia de absorción saturada, siendo la espectroscopia el estudio del espectro luminoso de los cuerpos. El desarrollo de la espectroscopia basada en el láser es la obra de uno de los artífices del experimento del Instituto Max Planck, el alemán Theodor Wolfgang Hänsch, Premio Nobel de Física en 2005 por esta contribución.
Siguiendo esta técnica, los investigadores utilizaron dos láseres, uno con una frecuencia, o número de oscilaciones por segundo, estable; y otro láser de frecuencia modulable. Asimismo, fabricaron unos paquetes de átomos de litio-7 (Li7) ionizados y con dos niveles energéticos parecidos, lo que dio lugar a una frecuencia de transición electrónica de alrededor de 546 terahercios (THz).
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