El Séptimo Programa Marco de la UE ha adjudicado 2,3 millones de euros para los próximos tres años a una iniciativa que examinará la influencia de la radiación cósmica en el clima de nuestro planeta. Esta colaboración, denominada «Rayos cósmicos que forman gotículas al aire libre, Red de Formación Inicial» (Cosmic rays leaving outdoor droplets - Initial Training Network, CLOUD-ITN), arrancó en agosto y está siendo coordinada por la Universidad Goethe de Fráncfort del Meno (Alemania). Financia ocho puestos de doctorado y dos de postdoctorado en nueve instituciones asociadas por toda Europa. Los trabajos se llevarán a cabo en su mayoría en el Consejo Europeo de Investigación Nuclear (CERN).
El calentamiento climático observado desde principios del siglo XX se atribuye en gran medida a los gases de efecto invernadero atmosféricos generados por la actividad humana. Se estima que los cambios en la irradiación solar contribuyen relativamente poco al cambio climático. No obstante, lo cierto es que todavía no se han cuantificado los efectos de los cambios en la radiación UV (ultravioleta) ni de la radiación cósmica galáctica. Los experimentos que se llevarán a cabo en el CERN, instalación situada en la frontera entre Francia y Suiza, intentarán cuantificar las interacciones producidas entre la radiación cósmica, la radiación UV, los aerosoles y las nubes. De esta forma se espera mejorar nuestro conocimiento de la llamada contribución «solar indirecta» al cambio climático.
La formación de nubes es una de las mayores incógnitas en la ecuación del cambio climático. ¿Cómo se forman? Cuando la radiación cósmica galáctica de alta energía (generada por supernovas) alcanza la atmósfera terrestre, expulsa electrones de los gases que encuentra a su paso, dejando tras de sí una estela de moléculas con carga (iones). A partir de ese momento pueden formarse y crecer partículas de aerosol alrededor de estos iones. Las gotículas de agua se sirven de estas partículas para formar «núcleos de condensación» que acaban convirtiéndose en nubes.
La colaboración CLOUD ha diseñado una cámara de aerosoles que, cuando se expone a un haz de partículas elementales, puede simular los efectos de la radiación cósmica en los aerosoles y la formación de nubes. El primer prototipo se desarrolló en el año 2006 y la nueva y mejorada cámara se utilizará para llevar a cabo experimentos sobre nucleación inducida por iones e interacción ion-aerosol, lo que permitirá conocer mejor los mecanismos de formación de las nubes.
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