Algunos investigadores entienden que se trata de un importante paso para la conquista de Marte y su terraformación, su conversión en un planeta donde puedan vivir los humanos.
Los científicos más optimistas aseguran que se tardarían un 50 mil años en terraformar Marte. Entre ellos está ingeniero aeroespacial Robert Zubrin, quien asegura que es una obligación moral conquistar Marte.
Otros son más moderados. Es el caso del astrofísico Christopher McKay, quien sostiene que si se descubriera vida en Marte y ésta fuera diferente a la conocida, no se debería trasladar vida terrestre al planeta rojo, sino favorecer el crecimiento de la nativa.
¿Por qué Marte es el candidato a ser nuestro segundo hogar en el Universo? Es el planeta más parecido a la Tierra y está cerca. Tiene una buena cantidad de agua congelada bajo tierra. De hecho su geología delata que hace varios millones de años la superficie marciana tenía mares, ríos y lagos.
Pero Marte es muy frío (-46º de temperatura promedio) y tiene una atmósfera muy fina (la presión atmosférica es una centésima parte de la terrestre). Esas son las dos características que habría que revertir para hacerlo más habitable.
Para calentarlo, el método más viable es activar un proceso muy conocido y peligroso en la tierra: el efecto invernadero. Los científicos sugieren inyectar, por medio de cohetes, gases clorofluorocarbonados, -con un alto efecto invernadero- en la atmósfera marciana.
El calentamiento paulatino liberaría el CO2 congelado de Marte que engrosaría la atmósfera con lo que la presión se acercaría a la de la Tierra. Al calentarse, el agua pasaría al estado líquido, un paso fundamental para hacerlo habitable.
Suena a ciencia ficción, pero un área de la Nasa está dedicada exclusivamente a este tema y espera ansiosa los primeros datos de la sonda Phoenix.
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