La gran noticia es que la Tierra está condenada a achicharrarse para luego ser engullida por un Sol agonizante.
Pero no desperdicie por ahora sus ahorros en una fiesta apocalítica, porque los astrónomos creen que el fin de nuestro planeta se encuentra a unos 7,600 millones de años de distancia.
Los cálculos aparecent en la revista británica de acceso abierto Astrophysics (puede localizarse en el sitio http://uk.arxiv.org/).
Robert Smith, profesor emérito en Astronomía en la Universidad de Sussex, al sur de Inglaterra, había calculado previamente que en la medida en que el Sol agotara su combustible, se expandiría para formar una peligrosa estrella ""gigante roja"".
Pero la Tierra, aunque apabullada y achicharrada, escaparía a la destrucción final, al menos él así pensaba.
Smith, trabajando junto a Klaus-Peter Schroeder en la Universidad de Guanajuato en México, ha cambiado de opinión con las nuevas cifras. Tristemente para nuestro hogar, los números están subiendo.
""La tenue atmósfera del Sol se extiende mucho más allá de su superficie visible, y sucede que en realidad la Tierra estaría orbitando dentro de estas capas exteriores de gases de muy baja densidad"", apunta Smith.
""La resitencia causada por este gas de baja densidad es suficiente para hacer que la Tierra migre hacia el interior de su órbita para ser finalmente capturada y volatilizada por el Sol"".
Sin embargo, la vida en la Tierra será muy poco confortable antes de que ello suceda.
En 1,000 millones de años a partir de ahora, en la medida en que el Sol se expanda lentamente, los océanos se evaporarán, llenando la atmósfera de vapor de agua (un potente gas de invernadero) y produciría un gran calentamiento global.
Smith describe dos opciones, ambas evidentemente de ciencia ficción, para escapar e este destino.
Una sería engarzar el campo gravitacional de La Tierra al de un asteroide que pasara cerca para que éste remolque a La Tierra suavemente de la zona de peligro.
Un ligero halón cada 6,000 años sería suficiente para sobrevivir por al menos 5,000 millones de años, --contando con que un error de cálculo no envíe el asteroide a impactar la Tierra en lugar de hacer un paso cercano, dice Smith.
""Una solución más segura pudiera ser construir una flota interplanetaria de ""balsas salvavidas"" que pudieran maniobrar siempre fuera del alcance del Sol, pero lo suficientemente cerca como para utilizar su energía.
Noticia publicada en El Nuevo Herald (EEUU)