El lugar más frío del Universo fue revelado gracias al trabajo llevado a cabo con el Telescopio Espacial Hubble y el Observatorio Europeo Austral. Se trata de la joven nebulosa planetaria Boomerang, situada a 5000 años-luz en la constelación de Centaurus. En ella, la luz de la estrella central reflejada en las partículas de polvo, origina un formidable destello azulado. Fotografiada con la Wide Field Planetary Camera 2 y empleando unos 1000 segundos de observación a través de un filtro amarillo-verde, se trata de uno de los objetos mas fríos conocidos hasta el momento.
Las estrellas de tipo solar expelen parte de su gas durante las últimas fases de su existencia, una vez agotado el combustible nuclear que acciona los motores estelares. Estas conchas de material abandonan como cuerpos astrales el remanente de su estrella parental, originando nebulosas planetarias con un bellísimo aspecto espectral que se dispersarán por el medio interestelar al cabo de 50 000 ó 100 000 años.
En 1995 los astrónomos Sahai y Nyman revelaron su increíble descubrimiento: la observación realizada mediante el Swedish Submillimeter Telescope de 15 metros en Chile (Observatorio Europeo Austral) mostraba que el lugar más frío del Universo encontrado hasta la fecha era la Nebulosa Boomerang. Con una temperatura de -272º Celsius, se hallaba solamente a 1 K, es decir, un grado por encima del cero absoluto (límite inferior de temperatura teóricamente posible, aunque inalcanzable en la práctica). Incluso la radiación de fondo cósmico de microondas se muestra ligeramente más tibia: -270ºC. De hecho, no se conocía objeto alguno a temperatura inferior al brillo residual del Big-Bang.
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