Un equipo internacional de científicos ha descubierto un gen «código de barras» que puede usarse para distinguir la mayoría de especies de plantas de la Tierra. Este gen podría servir a los investigadores para catalogar plantas en zonas de gran variedad vegetal y, en general, para vigilar el tráfico de especies de plantas en peligro de extinción.
El trabajo, que fue financiado en parte por la UE, se ha publicado en Internet en la revista Proceedings of the National Academies of Science (PNAS).
La técnica del código de barras del ADN se basa en las diferencias en una parte específica del genoma para identificar especies distintas. Esta técnica está afianzada por lo que respecta a los animales, pero no se dispone de un código de barras universal para las plantas. La comunidad investigadora tiene ante sí el reto de dar con un segmento del genoma que varíe ampliamente entre especies, pero que, a la vez, muestre poca variación dentro de cada especie.
En esta reciente investigación, científicos de Costa Rica, Reino Unido y Sudáfrica verificaron ocho códigos de barras potenciales en más de 1.600 especies de plantas de dos zonas de concentración de biodiversidad («hotspots»): Mesoamérica y el sur de África. Costa Rica atesora una de las floras de orquídeas más ricas del mundo. Estas flores son candidatas ideales para poner a prueba los códigos de barras del ADN, porque hay varias especies de orquídeas difíciles de distinguir a simple vista. Además, las orquídeas padecen las amenazas de la deforestación y el tráfico ilícito, por lo que seguramente saldrían beneficiadas de la aplicación de técnicas de conservación basadas en el código de barras del ADN.
El Parque Nacional Kruger de Sudáfrica se conoce sobre todo por los grandes animales de caza que habitan en él. Sin embargo, en él habitan también unas seiscientas especies de árboles y arbustos, y la región circundante contiene la mayor diversidad de árboles de todas las regiones templadas del mundo.
Diversos análisis revelaron que una parte del gen «matK» cumple todos los requisitos para convertirse en un código de barras genético válido. La secuencia en cuestión varía de una especie a otra, pero es casi idéntica en plantas de una misma especie. Este código de barras es tan preciso que los científicos incluso pudieron usarlo para dilucidar un misterio que venía de largo.
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