Desde hace décadas los científicos buscan en vano una cura para el resfrío común y corriente, del que nadie está a salvo, pero ahora un ratón —el primero en acatarrarse en la historia— ha provocado el optimismo de un grupo de investigadores británicos.
Por primera vez, científicos del Imperial College de Londres lograron infectar a un ratón genéticamente modificado con el virus del resfriado, abriendo la vía a la experimentación y a nuevos tratamientos y medicamentos, informó este lunes la revista Nature Medicine.
Hasta ahora, sólo los humanos y los chimpancés habían resultado vulnerables a los cerca de cien virus distintos que causan esta enfermedad.
Esta es una de las razones por las que la investigación para hallar posibles remedios al resfriado común y corriente ha sido tan lenta, explicó el profesor Sebastian Johnston, un virólogo del Imperial College London que lideró la investigación.
En 1946 el Consejo de Investigación Médica de Gran Bretaña creó una unidad para investigar el catarro que debió cerrar sus puertas en 1989, tras haber fracasado en hallar una cura.
Pero ahora, los científicos del Imperial College lograron modificar los genes de unos ratones para que las células que recubren sus sistemas respiratorios tuviesen una versión humana de la proteína receptora ICAM-1, por la que los rinovirus infectan las células, indicó la revista.
Es decir, con la modificación del receptor del roedor para que actuara como uno humano, el rinovirus pudo infectar las células, explicó Johnston.
"Sabíamos que una vez dentro de la célula del ratón, un rinovirus se reproduciría con igual facilidad que entra a las personas, pero (hasta ahora) el virus no había podido infectarla porque el receptor —que actúa como una especie de llave— no le dejaba entrar", señaló.
La revista Nature Medicine destacó el optimismo despertado por este avance, subrayando que, aunque para la mayoría de personas los resfríos son sólo una molestia — nariz tapada, dolor de garganta, tos— que dura unos días, para personas con problemas respiratorios como el asma pueden provocar la muerte.
Noticia completa en La Jornada (México)