"El universo es tan grande que me parecería algo pretencioso pensar que somos sus únicos habitantes. Estoy segura de que hay vida más allá del Sistema Solar", sostiene esta investigadora turinesa de 36 años que, pese a su juventud, ha capitaneado algunos de los proyectos más ambiciosos de la ESA.
El pasado año, Tinetti, al frente de un equipo internacional de investigadores, anunció, por primera vez, el hallazgo de agua en forma de vapor en la atmósfera de un planeta de fuera del Sistema Solar denominado HD 189733b y situado a 64 años luz de la Tierra, en la constelación de Vulpecula.
Este cuerpo celeste es un gigante gaseoso similar a Júpiter que orbita "muy cerca" de su estrella madre, treinta veces más de lo que está la Tierra del Sol, por lo que su temperatura atmosférica puede alcanzar los mil grados centígrados, haciendo de él "un pequeño infierno".
Según Tinetti, HD 189733b es un mundo que está lejos de ser habitable, ni tan siquiera por los organismos más resistentes, aunque el descubrimiento de moléculas de agua en su atmósfera abre un poco más la puerta a la posibilidad de hallar planetas extrasolares que reúnan las condiciones mínimas para albergar vida en su superficie.
"Encontrar agua es un razón para seguir buscando", afirma la astrofísica, que asegura que, para hallar rastros de vida, resulta imprescindible desarrollar primero una nueva generación de telescopios que permitan observar de manera directa los exoplanetas.
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