Un nuevo mapa obtenido por la sonda SMART-1 muestra la geografía e iluminación del polo norte lunar. Este tipo de mapas será de una gran utilidad para futuros exploradores lunares.
Los polos lunares son sitios muy interesantes para la futura exploración científica de la Luna, principalmente por su exposición a la luz solar. Tienen zonas de luz casi perpetua, un entorno térmico estable, y están cerca de regiones oscuras que podrían albergar hielo de agua: un posible emplazamiento para una futura base lunar.
El mapa del polo norte de la SMART-1, cubriendo una zona de unos 800x600 kilómetros, muestra las localizaciones geográficas de algunos cráteres de interés. El llamado Peary es un gran cráter de impacto cercano al polo norte.
A esta latitud el interior del cráter recibe poca luz solar, pero la SMART-1 fue capaz de observarlo durante fases en las que el suelo del cráter estaba lo suficientemente iluminado como para poder ser fotografiado.
Una misión lunar previa, la sonda estadounidense Clementine, observó al cráter Peary durante el verano del hemisferio norte, identificando algunas zonas particularmente ilminadas por el Sol en esa estación. Con la microcámara del experimento AMIE, la SMART-1 complementó estos datos identificando las zonas con buena iluminación durante el invierno del hemisferio norte.
"La iluminación solar hace de estas zonas lugares ideales para avanzadillas robóticas o bases lunares alimentadas por energía solar," dice el científico de la misión Bernard Foing.
Hermite es otro cráter de impacto localizado en el limbo norte de la Luna, cerca del polo norte. Visto desde la Tierra, se ve claramente de lado, iluminado por rayos luminosos oblicuos.
El cráter Plaskett se encuentra en el norte de la cara oculta de la Luna. Recibe luz a bajo ángulo, y debido al aislamiento del cráter y a su posición cerca del limbo ha sido sugerido como otro posible lugar para una futura base lunar que puede ser utilizada para simular condiciones de aislamiento similares a las producidas en un viaje a Marte.
"Desde el borde del cráter se podrían enviar rovers para explorar los cráteres cercanos, que se encuentran en sombra permanentemente y podrían contener hielo de agua. Si las capas de hielo provienen de elementos depositados por los cometas y asteroides ricos en agua, podríamos comprender cómo, y en qué cantidad, fue depositado material orgánico en la Tierra a lo largo de su historia," dice Foing.
Noticia publicada en Sondas Espaciales