Así lo ha explicado a Efe Rosa de la Torre, del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) e investigadora principal del proyecto Lithopanspermia, un experimento español que tiene como objetivo conocer los límites de supervivencia de ciertos organismos durante un viaje interplanetario simulado.
Para ello se recogieron, entre otras muestras, los líquenes "Rhizocarpon geograhicum" en la Sierra de Gredos, Xanthoria elegans en Sierra Nevada y "Aspicilia fruticulosa" en Guadalajara.
Los líquenes fueron colocados en la plataforma Biopan6 que, a su vez, fue integrada junto a otros experimentos en el satélite FOTON-M3 de la Agencia Espacial Europea, lanzado el pasado 14 de septiembre desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajstán).
El satélite orbitó a unos 300 kilómetros de altura durante doce días y expuso a los líquenes a las condiciones extremas del espacio: radiación extraterrestre, vacío espacial, grandes fluctuaciones de temperatura y microgravedad.
Después del aterrizaje de FOTON-M3 en las estepas de Kazajstán los distintos experimentos que contenía fueron entregados inmediatamente a los científicos.
Las especies Rhizocarpon y Xanthoria después de 72 horas de tomar tierra mostraron valores semejantes a los previos al vuelo y a los de las muestras de control de la Tierra, y el liquen errante Aspicilia mostró valores "excelentes" en fotosíntesis y respiración.
De la Torre señala que estos resultados, además de indicar el buen funcionamiento de los dos organismos simbiontes que componen el liquen, -el hongo y el alga-, pueden aportar nuevos conocimientos a la teoría de la Panspermia, que propone que los organismos vivos pueden distribuirse por el universo a bordo de meteoritos.
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