Los asmáticos empeoran y la capacidad pulmonar de la población general envejece más de lo normal con la exposición a las micropartículas de la contaminación, que son emitidas a la atmosfera principalmente por los vehículos diésel. Estas son las conclusiones de dos estudios publicados en "
The New England Journal of Medicine" en los que han participado centros españoles.
En el primero de ellos, 60 adultos con asma pasearon de forma alternativa durante dos horas por Oxford Street la popular calle comercial londinense, en donde todo el tráfico rodado es diésel, o por Hyde Park, un parque. Antes, durante y después de estas caminatas se midió su capacidad pulmonar y se les realizaron pruebas en busca de cambios inflamatorios en su sistema respiratorio.
Todos estaban en una etapa estable de su enfermedad y su gravedad variaba entre media y moderada. Además, para evitar posibles factores de confusión, los paseos se realizaron fuera de la temporada del polen y de los días lluviosos.
Como era de esperar, los participantes estuvieron más expuestos a la contaminación en Oxford Street que en el parque. En consecuencia, la función pulmonar se redujo de forma significativa, aunque sin dar síntomas, tras los paseos por esta calle. "En otras palabras, les era un poco más difícil respirar" ha explicado a elmundo.es Mark Nieuwenhuijsen, uno de los autores, miembro del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) de Barcelona.
Estos cambios estaban acompañados por la alteración de la respuesta inflamatoria de las vías respiratorias, medida en el esputo y la condensación del aliento. Este empeoramiento fue más notable en aquellos con formas más graves de asma.
Noticia completa en El Mundo (España)