La alteración del equilibrio en el mundo de los microorganismos provoca anualmente el surgimiento de al menos una enfermedad infecciosa nueva, según han puesto de manifiesto los expertos durante la presentación del 12º Simposio de la Fundación Lilly “Cambios ambientales, sistemas microbianos e infecciones”, que se celebra el 15 y 16 de noviembre en El Escorial. Los cambios ambientales, como las oscilaciones en las temperaturas o en la pluviosidad; la construcción de grandes presas; la polución química e industrial, la aplicación de pesticidas, las técnicas agrícolas y ganaderas, los nuevos hábitos de vida; así como los desplazamientos y los movimientos migratorios representan nuevos riesgos y amenazas de enfermedades infecciosas.
De hecho, se estima que hoy en día existen al menos 40 enfermedades que se desconocían en una generación atrás. “Las enfermedades infecciosas suponen un grave problema sanitario, sobretodo si lo ponemos en el contexto de un mundo globalizado y permeable a las migraciones de todo tipo”, indica el doctor José Antonio Gutiérrez, director de la Fundación Lilly. En los últimos cinco años, la OMS ha verificado más de 1.100 brotes epidémicos. Según señala la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades infecciosas, además de propagarse más deprisa, parecen estar surgiendo con más rapidez que nunca.
La legionelosis, el virus del Nilo Occidental, el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave o el virus de la gripe aviar son algunas de las enfermedades infecciosas que han surgido, o resurgido, en los últimos años. “Hasta hace unas décadas, poco se hablaba de la legionelosis. Sin embargo, la capacidad adquirida por esta bacteria para establecerse y resguardarse en los depósitos de refrigeración de aire acondicionado ha generado y está generando brotes infecciosos bastante graves en hoteles y hospitales”, explica el profesor César Nombela, Catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid y codirector del Simposio.
Las enfermedades infecciosas causan 15 millones de muertes anuales; representan el cinco por ciento de la mortalidad en el mundo desarrollado y superan el 35% en el caso de los países del tercer mundo. El panorama de las enfermedades infecciosas en el mundo es muy heterogéneo; mientras que algunas enfermedades como la gastroenteritis, el paludismo o la malaria están controladas en las sociedades avanzadas, en otras poblaciones mal nutridas y con malas condiciones higiénicas tienen una prevalencia notable y alcanzan una gravedad inusual.
Los expertos no dudan en asegurar que “las enfermedades infecciosas son enfermedades ecológicas, altamente dependientes de los cambios ambientales”. Así, los procesos industriales, sociales o tecnológicos afectan directamente la ecología microbiana. “Los cambios ambientales influyen en todo el ecosistema y, por tanto, en los microbios como parte del mismo”, indica el profesor Nombela, quien añade que el concepto de microorganismo patógeno (capaz de producir enfermedad) es un concepto en evolución, tanto como la propia situación de dichos microorganismos. “La intensidad de la capacidad patógena de muchísimas especies varía, ya que hay especies que normalmente pueden no ser patógenas y adquirir características que le confieran la capacidad de serlo”.
Actualmente se están desarrollando modelos donde se puedan relacionar los cambios climáticos, como fenómenos naturales, con su influencia sobre los patógenos bacterianos y las infecciones reemergentes, como el cólera.
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