El físico navarro Pedro Miguel Etxenike, presidente del Donostia International Physics Center (DIPC) y «Príncipe de Asturias» de Investigación ha dirigido un ensayo que puede multiplicar por 100.000 la velocidad de los procesos electrónicos -operando a escala de átomo a átomo- aumentando exageradamente la capacidad de computadoras y aparatos avanzados. El ensayo le ha valido la portada «Nature», que, asimismo, acaba de recibir el «Príncipe de Asturias». Como ha explicado el propio Etxenike, «el experimento constituye la primera medida con precisión de attosegundos realizada en materiales sólidos y abre el campo del control sobre el transporte de electrones en sólidos a escala atómica».
Un electrón para saltar de un átomo a otro contiguo tarda unas centenas de attosegundo -un «attosegundo» es a un segundo lo que un segundo es a la edad del universo: 14.000 millones de años- un tiempo brevísimo, ciertamente, que constituye el límite de velocidad para los procesos electrónicos.
Los avances tecnológicos que nos acercan a este límite dependen de la capacidad para medirlos en tiempo real y controlar el transporte de electrones en sólidos, con esa precisión de attosegundos.
En el laboratorio de attosegundos del Instituto de Óptica Cuántica Max Planck de Múnich los equipos de Cavalieri, Krausz y Heinzman acaban de medir la diferencia en los tiempos de viaje de dos distintos tipos de electrón a través de varias capas atómicas. El experimento ha sido promovido por Pedro Miguel Etxenike, presidente del Donostia International Physics Center (DIPC).
La revista «Nature» ha dedicado la portada de su ultimo número a ese experimento. Etxenike y «Nature» son premios «Príncipe de Asturias».
Se trata de la primera medida con precisión de attosegundos realizada en materiales sólidos. Abre el campo del control sobre el transporte de electrones en sólidos a escala atómica. El descubrimiento podría ayudar a desarrollar la electrónica ultrarrápida, ya que aumentaría casi 100.000 veces la velocidad de la electrónica actual.
Los resultados de la investigación tienen una trascendencia capital porque, en última instancia, la posibilidad de poder controlar esos flujos abre «un nuevo campo de la ciencia en el que convergerá la física de attosegundos con la nanotecnología», según ha indicado Etxenike.
La novedad permite augurar unas mejoras de rendimiento exponenciales en los circuitos electrónicos, que están en la base de funcionamiento de computadoras, aparatos de comunicación e instrumentos de medida.
Etxenike ha explicado, asimismo, que «el experimento constituye la primera medida con precisión de attosegundos realizada en materiales sólidos, y abre el campo del control sobre el transporte de electrones en sólidos a escala atómica». La miniaturización al máximo de los circuitos permitirá alcanzar velocidades inimaginables que multiplican exponencialmente la capacidad de procesar información
Noticia publicada en La Nueva España