Ingenieros informáticos de la Universidad de Northwestern y los laboratorios NEC America han sido los primeros en desarrollar una tecnología que dobla la capacidad de la memoria del celular y otros sistemas (iPods, cámaras digitales, ordenadores o instrumentación médica) sin tener que cambiar el hardware o las aplicaciones que se están utilizando. Esta mejora ha sido posible gracias a un software.
Los teléfonos móviles cada vez son más sofisticados. Cámaras con altas resoluciones, GPS, radio, reproductor MP3, acceso a Internet, juegos, vídeos… se han ido incorporando a los celulares. Pero todas estas funciones tienen un precio: la memoria.
“Todas las cosas que puedes hacer con tu teléfono móvil o tu PDA requiere memoria”, afirma Robert P. Dick, que es profesor asistente de ingeniería electrónica e informática en la Universidad de Northwestern, en un comunicado. “La tecnología que hemos desarrollado coge los datos automáticamente y los reduce a menos de la mitad de tamaño sin que se pierda ninguna información en el proceso. Es como doblar la memoria del móvil sin incrementar el coste o el gasto de batería”.
En 2004, investigadores del NEC Labs concibieron un concepto que integraba tecnologías de compresión en el propio sistema operativo para que dicha compresión fuera un servicio más del sistema. La idea era comprimir y descomprimir de manera transparente partes concretas de la memoria (tanto datos cómo código) para reducir el tamaño de la memoria en los sistemas integrados (sistema informático de uso específico construido dentro de un dispositivo mayor)
Fue entonces cuando NEC firmó un acuerdo estratégico con Northwestern para desarrollar más extensamente esta idea. El equipo de investigación necesitó en primer lugar un sistema para hacer que los teléfonos NEC tuvieran más memoria para que en ellos pudieran funcionar las aplicaciones necesarias sin que hubiera que rediseñar el hardware.
Escepticismo
La verdad es que los expertos en sistemas integrados se mostraron muy escépticos respecto a que algo así se pudiera hacer, pero lo cierto es que Dick y sus colegas han conseguido dar una solución a esta propuesta que, en principio, sólo era teórica.
Lei Yang, un estudiante de doctorado de la universidad, lideró el diseño de CRAMES (RAM comprimido para sistemas integrados), un software que consume pocos recursos y poca energía.
La propuesta de este grupo de informáticos ha sido dividir la memoria del sistema en dos diferenciadas, una normal y otra donde los datos se pudieran almacenar comprimidos.
Un ejemplo muy sencillo de comprensión de datos es convertir una lista (vertical) de 50 “A” individuales en una frase con 50 “A”, que ocupa mucho menos espacio, pero que comunica la misma información.
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