En un pedido que podría aumentar las tensiones con Argentina a 25 años del conflicto, Londres se dirigirá a la Comisión sobre Límites de la Plataforma Continental de la ONU para ampliar sus derechos en la zona del fondo marino aledaña tanto a las disputadas Soledad y Gran Malvina, como a la isla Ascensión (también en el Atlántico sur) y la de Rockall, un peñón aislado del Atlántico norte.
El gobierno británico está acelerando el proceso de remitir los formularios a la ONU antes de una fecha límite internacional para registrar intereses.
Britain is accelerating its process of submitting applications to the UN - which is fraught with diplomatic sensitivities, not least with Argentina - before an international deadline for registering interests.
No sólo podría aumentar la tensión con Argentina, sino que también los intereses británicos chocan con los de Dinamarca e Islandia, que reclaman derechos soberanos sobre Rockall.
El jefe de la división de derecho del Mar en la Oficina Hidrográfica del Reino Unido, Chris Carleton, cree que el reclamo de las Malvinas tiene el mayor potencial de encontrar oposición. Gran Bretaña y Argentina combatieron por las islas 25 años atrás, y el valor del petróleo bajo el Océano en la región es considerado inmenso: pruebas sísmicas sugieren que podría ser por encima de los 60 millones de barriles bajo el fondo oceánico.
Londres ha estado otorgando licencias para perforación exploratoria alrededor de las islas dentro del límite normal de las 200 millas de exploración y cualquier nueva demanda ante la Comisión citada de la ONU extendería los derechos territoriales más hacia el Atlántico.
“Estaría más allá del límite de las 200 millas, pero menos de 350”, afirmó Carleton, quien se está involucrado en la remisión de los formularios. “Efectivamente une el área alrededor de la Georgia del Sur a las Malvinas. Es una demanda pero cómo será manejada no ha sido decidido aún. Los argentinos dirán que no nos corresponde reclamar. Todo es un poco delicado”.
Martin Pratt, director de investigación en la unidad investigadora de límites internacionales de la Universidad de Dirham, añadió: “Los rusos pueden estar reclamando el Ártico pero el Reino Unido está demandando una gran porción del Atlántico. Algunos Estados podrían preguntar por qué una gran potencia tiene derecho a grandes extensiones de recursos oceánicos a miles de kilómetros de su territorio, pero así es el derecho”.
Noticia publicada en ADN Mundo (Argentina)