Las bacterias son organismos unicelulares pequeñísimos, pero extraordinarios. Tienen una maquinaria bioquímica que les permite sobrevivir y dividirse. Ahora, también se sabe que -sin tener ojos- cuentan con un mecanismo que les permite detectar la luz y atacar más.
El hallazgo fue realizado por investigadores de la Argentina y de los Estados Unidos que trabajaron en colaboración y lo publicaron en la revista Science. Encontraron un mecanismo a partir de la bacteria que causa la brucelosis en vacas, cerdos, ovejas y cabras, un problema que sólo en nuestro país y en Brasil provoca pérdidas por 100 millones de dólares por año.
Esa enfermedad también afecta a los humanos, generando como una fuerte gripe que puede volverse crónica. Se transmite por contacto con carne infectada, placenta de animales infectados o ingestión de leche o queso no pasteurizados. Aunque hay antibióticos disponibles, puede volverse crónica y persistir por años.
La investigación de la bacteria de la brucelosis es importante en tanto la vacuna que se aplica en el ganado vacuno todavía no tiene un 100% de eficacia y puede causar abortos. En los humanos, especialmente de países en desarrollo, tampoco está controlada ni hay vacuna.
Se sabía que la bacteria de la brucelosis tenía una proteína que también está presente en plantas. La cuestión era saber para qué le servía. Para comprobarlo hicieron varios experimentos, como generar bacterias mutantes y hasta ponerlas a crecer en un cuarto oscuro, un laboratorio cuyas paredes se pintaron de negro.
El estudio que se publica hoy en Science lo llevaron a cabo 13 investigadores. Cuatro son del Conicet. Dos de ellos pertenecen también al Instituto Leloir: Gastón París y Fernando Goldbaum, quien es becario del Instituto Médico Howard Hughes. Los otros trabajan en la Universidad Nacional de San Martín: Rodolfo Ugalde y Diego Comerci.
Noticia completa en El Clarín (Argentina)