La presencia de diamantes en cristales de más de 4.000 millones de años de antigüedad hallados en Australia podría servir para mejor determinar la temperatura de la Tierra durante su primera era geológica, indica la revista científica británica Nature en su edición del jueves.
El hallazgo se produjo durante unas excavaciones científicas en Jack Hills, en Australia occidental. Un equipo dirigido por la geóloga alemana Martina Menneken, de la universidad de Munster, halló diamantes en cristales de circonio, que es la roca más vieja conocida en la Tierra.
Cuando se formó la Tierra, hace unos 4.500 millones de años, su temperatura era superior a los 6.000 grados celsius. Al enfriarse, explican los investigadores, empezaron a formarse las rocas sólidas, pero su aspecto, que podría ayudar a determinar exactamente la temperatura terrestre en ese periodo, sigue siendo desconocido.
En los últimos 3.800 millones de años, las caídas de meteoritos, el clima y la erosión destruyeron todo rastro de la Tierra como era en sus orígenes, por lo que no ha hallado ninguna roca con edad superior a los 4.030 millones de años.
Las únicas rocas cuya edad remonta a un período comprendido en los primeros 500 millones de años de la Tierra son los cristales de circonio, un mineral cuyos granulos no exceden los 3 milímetros de diámetro.
Hasta ahora, los científicos estimaban que esos cristales aparecieron con una temperatura de unos 680 grados celsius.
Sin embargo, los diamantes sólo se forman bajo presiones extremas. Por lo tanto, si el circonio se cristalizó a 680 grados, hubiera sido necesaria una presión superior a 3,5 gigapascales (10.000 la presión atmósferica) para que se formara el diamante
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