Investigadores del hospital de Niños de Filadelfia (Estados Unidos) y de la Universidad de McGill de Montreal (Canadá) han identificado una alteración genética que incrementa el riesgo de sufrir la diabetes del tipo 1, la forma más grave de la enfermedad, que suele iniciarse en la infancia y requerir inyecciones de insulina durante toda la vida.
El avance, presentado en la edición electrónica de la revista científica Nature, ayuda a aclarar cómo se origina la enfermedad con los objetivos de desarrollar nuevos tratamientos y de poder identificar a las personas con mayor predisposición a sufrirla.
El gen que ha demostrado tener relación con el riesgo de diabetes, denominado KIAA0350, regula la producción de una proteína que es especialmente activa en células del sistema inmunitario. Concretamente, las células llamadas NK - del inglés natural killer-muestran una alta actividad de este gen.
Aunque los investigadores aún no han averiguado de qué modo actúa el gen, sospechan que la alteración detectada induce al sistema inmunitario a destruir las células productoras de insulina en el páncreas.
Investigaciones anteriores habían indicado que este gen produce una proteína de la membrana de algunas células inmunitarias. Dicha proteína parece ser necesaria para que las células del sistema inmunitario se unan a las de otros órganos.
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