Un estudio publicado en la revista Science explora las primeras pistas sobre los efectos de la cocaína en las neuronas, más allá de los conocidos efectos inmediatos como aumento de la euforia, la desaparición de la fatiga o la dilatación de las pupilas.
Aunque ya se habían identificado algunas regiones cerebrales afectadas y se había ubicado que determinadas zonas se activan con su consumo, su efecto a nivel más íntimo es algo que no se conocía, dicen especialistas.
Esta vez investigadores del departamento de Neurociencia Básica de la Universidad de Ginebra (Suiza) analizaron los llamados receptores AMPA, unos de los más comunes del sistema nervioso, presentes en muchas zonas del cerebro y que resultan elementos clave en la comunicación entre las neuronas.
Este mecanismo de diálogo en el cerebro al que se atribuye la sensación placentera por el consumo de la cocaína abriría posibilidades de crear un fármaco que combata la adicción a esta droga.
Explicaron que todas las neuronas tienen algún receptor de glutamato (entre los que se encuentran las proteínas que forman los AMPA), y que patologías como el Parkinson o la epilepsia están relacionadas con una alteración en estos receptores, lo que llevaría a suponer que los procesos de adicción también estarían relacionados con ellos.
Noticia completa en Crónica (México)