Los bebés que han nacido este año en España ya tienen una esperanza de vida de más de 100 años. Aspirar a vivir un siglo, o más, se ha convertido en una realidad. Sin embargo, el crecimiento de la esperanza de vida y el progresivo envejecimiento de la población plantean nuevos retos médicos y sociales. Lo ideal no es tanto aumentar la longevidad como los años de vida sana y activa.
En España, hay más de un millón de personas, la mayoría ancianos, que dependen del cuidado de otras. Al margen de su grado de dependencia, cada mes 36 mil españoles cumplen 65 años. El ritmo de crecimiento de la población en los países más industrializados se fundamenta en el descenso de la natalidad y el aumento de la mortalidad en personas de edad avanzada. El envejecimiento se identifica, en muchas ocasiones, con enfermedades y pérdida de autonomía. El objetivo no debería ser ampliar la esperanza de vida, sino aumentar las posibilidades de llevar una vida saludable.
Más que la vejez, lo que atemoriza a la gente es la sensación de decadencia y de incapacidad que suelen acompañarla. Todo el mundo quiere llegar a la vejez, pero nadie quiere ser viejo. Ya Cicerón nos decía: "¿Acaso una vejez a los 800 años sería menos gravosa que a los 80?". No se trata de competir contra el calendario, sino vivir más para vivir mejor y así sacarle el máximo partido a cada momento de nuestras vidas.
Llegar a una edad avanzada y mantener una buena salud es un humano y razonable deseo. Pero para lograrlo no hay que esperar a la jubilación, sino que debemos prepararnos un poco cada día. En una sociedad con grandes avances tecnológicos, el papel de las personas mayores ha cambiado; la sociedad occidental no recoge un papel específico para los ancianos, prima el modelo juvenil y todo lo que viene de los mayores suele rechazarse.
La jubilación constituye un logro social, pero cuando es obligatoria en función de la edad, y no del rendimiento o las condiciones de cada persona, se convierte en una forma de discriminación. Una persona no envejece cuando su piel se arruga, sino cuando se arrugan sus sueños y esperanzas. El manual de instrucciones para el uso de la jubilación está aún por escribirse.
Noticia publicada en Prensa (Panamá)