Diferentes estadios o etapas evolutivas del parásito que transmite el Mal de Chagas, Trypanosoma cruzi, descubrieron investigadores de la Universidad de Oriente y la Universidad Central de Venezuela, en las células que conforman el hueso, el cartílago y la médula ósea del esternón de ratones albinos, con el sistema inmunológico normal y altamente susceptibles al parásito que transmite esa enfermedad incurable, conocida también como Tripanosomiasis Americana.
Este descubrimiento pone de manifiesto la existencia de otra vía importante para la expansión sistémica en humanos del parásito que provoca el Mal de Chagas; enfermedad contra la cual no existe una vacuna, a pesar de su gran morbilidad y mortalidad y de las investigaciones que se realizan en el Continente Americano.
El hallazgo lo hicieron los doctores: Antonio Morocoima, Coordinador del Centro de Medicina Tropical de Oriente, del Núcleo de Anzoátegui de la UDO; Silvio Urdaneta Morales, Leidi Herrera y Marlene Rodríguez, del Instituto de Zoología Tropical y del Instituto de Biología Experimental de la UCV. Debido a las implicaciones de este descubrimiento, estos científicos hacen un llamado de alerta a los médicos especialistas en reumatología, traumatología e inmunología.
En el marco del "Estudio del Tropismo de Trypanosoma cruzi en hueso, cartílago y médula ósea", estos investigadores inocularon a ratones albinos, por vía intraperitoneal, con varias cepas de Trypanosoma cruzi, obtenidas de humanos, reservorios mamíferos de sangre caliente y vectores, en el Valle de Caracas, los caseríos Cambural y Piramidal del estado Anzoátegui, y Tinaquillo, estado Cojedes.
Al analizar las muestras obtenidas de los ratones, luego que éstos alcanzaron la máxima parasitemia -cantidad de parásitos-, descubrieron amastigotas, epimastigotas, formas intermedias y tripomastigotas del parásito en la células que conforman el hueso, así como también en las células del cartílago -como ya habían descubierto investigadores brasileños, pero en animales experimentales inmunosuprimidos por drogas--, y abundantes parásitos en las células de la médula ósea del esternón.
Por lo tanto, los científicos de la UDO y la UCV recomiendan descartar el Mal de Chagas antes de realizar transplantes de médula ósea, en enfermedades reumatológicas crónicas de etiología desconocida o conocida, y antes de efectuar implantes óseos o injertos entre donadores y receptores pertenecientes a la misma familia, a la vez que hacen un llamado de alerta a los bancos de hueso.
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