Se trata de un pterosaurio que vivió hace 160 millones de años, tenía una mandíbula larga y cazaba otras criaturas voladoras, según investigadores de la Universidad de Leicester, Gran Bretaña y del Instituto Geológico de Beijing. Lo más llamativo de su esqueleto es que la cabeza y el cuello son como el de los pterosaurios más avanzados, mientras que el resto del cuerpo, incluida la cola, presenta características primitivas.
El Darwinopterous, nombre que recibió en honor de Charles Darwin, es, al parecer, el eslabón entre dos tipos de pterosaurios, uno con cola larga y otro con cola corta. Ambos grupos estaban separados por una gran brecha en el proceso de evolución, que el naturalista británico identificó en su época, y que con el hallazgo de los restos fósiles del reptil volador en el noroeste de China parece quedar solucionado.
Según David Unwin, de la Escuela de Estudios de Museos de la Universidad de Leicester, la evolución de los pterosaurios fue rápida con cambios importantes en un breve periodo de tiempo y estructuras como el cráneo y el cuello, al parecer evolucionaron juntas.
Con información de El Mundo (España)