Por Danny Ayala Hinojosa
Originalmente el sistema solar se formó hace mas de 4.500 millones de años a partir de un disco de material que rodeaba a nuestra estrella. Con el tiempo este disco de polvo y gas se aglutinó para formar planetas, lunas, asteroides, cometas y fragmentos de materia de distinto tamaño.
Con el tiempo la vida apareció en al menos un planeta, la Tierra, y posteriormente al menos una forma de vida llegó a cuestionarse sobre el orden y funcionamiento de la naturaleza, nosotros. Durante siglos la humanidad ha ido aumentando su conocimiento en todas las áreas a su alcance, siendo la astronomía una de las ciencias mas antiguas y por largo tiempo presa de prejuicios religiosos y tribales, pues solo en tiempos relativamente recientes la Astronomía se desprendió de la Astrología y se convirtió en una ciencia formal dedicada al estudio del cosmos.
Hoy en día la Unión Astronómica Internacional, merced al continuo avance en el descubrimiento de objetos que rodean nuestro vecindario cerca al Sol, ha decidido cambiar la definición de lo que es un planeta, sin embargo se teme que esta decisión haya sido errónea, tomando variables muy arbitrarias e incluso contradictorias.
Básicamente la nueva definición es esta: Un planeta es un cuerpo celeste que está en órbita alrededor del Sol, tiene una masa suficiente para que su gravedad lo mantenga en equilibrio hidrostático, con una forma casi esférica, ademas el planeta habrá eliminado todo cuerpo susceptible de desplazarse en órbita cercana.
Esta definición adolece de un problema evidente, el planeta que no elimine todo cuerpo que se desplace cerca, deja de ser planeta. Esto deja fuera de la lista a Plutón pero también debería dejar fuera a Neptuno, pues Neptuno aunque tiene una órbita mucho menos excéntrica que Plutón, no ha eliminado de sus cercanías a Plutón y Charón y otros cuerpos. Esto además quitaría de la lista nada mas y nada menos que a la Tierra, Marte y la totalidad de los gigantes gaseosos pues las órbitas de estos planetas no están libres de otros objetos naturales que para el caso de la Tierra son mas de 4.000.
La definición que debería adoptarse
La sugerencia de una nueva definiciónes esta:un planeta es un cuerpo en órbita alrededor de un sistema estelar cuya masa es suficiente para que su gravedad lo mantenga en equilibrio hidrostático.
La anterior definición aumentaría el número de planetas incluyendo a Plutón, Palas, 2003 UB313 (conocido también como Xena),Ceres, entre otros;y, abre la posibilidad de integrar a la lista a muchos otros cuerpos que se cree orbitan nuestro Sol. La definición anterior también permite clasificar planetas en otros sistemas fuera del nuestro, pues incluiría a planetas que orbitan alrededor de dos o mas estrellas como los sistemas binarios los cuales son mayoría.
Esta definición a su vez abriga a los planetas en formación alrededor de otras estrellas indudablemente rodeados de objetos en distintas trayectorias como alguna vez fue nuestro sistema, también permite integrar a la lista objetos que pueden imaginarse en ciencia ficción (o realmente desarrollados en un futuro) como los planetas artificiales.
En un nivel mas amplio pueden dividirse los objetos "opacos", es decir los que no son algún tipo de estrella, en objetos orbitales y no orbitales. Siendo los orbitales los que giran alrededor de una o mas estrellas y los no orbitales los que vagan en el espacio sin orbitar una estrella. Esta categorización incluiría por un lado a los planetas, cometas, asteroides orbitales y los planetas, cometas, asteroides no orbitales.
Bajo esta nueva definición en un futuro es posible que nuestro planeta cuente con al menos unos veinte miembros, muchos de estos en la profundidad de la nube de Oort. Lo siguiente es especulación pero factible: quizá incluso descubramos que nuestro sistema es un sistema binario de dos estrellas que giran una alrededor de otra, pero la estrella "Sol B" bien podría ser una enana marrón, una estrella extinta.