Ciencia1.com - Ciencia y Tecnología - Innovación en movimiento: explorando las fronteras de la ciencia y la tecnología. Noticias sobre espacio, ingeniería, tierra, historia, naturalezas, economía, espacio, ingeniería, tierra, historia, naturalezas, economía
Directorio|Noticias|Artículos|Videos|Imágenes|Blog|

 




Artículos | Humanas

El hereje del cambio climático

Por Nicholas Dawidoff. Fotografías de Eugene Richards

A sus 85 años, este inglés se ríe de los ecologistas que siguen los postulados de Al Gore porque argumenta que «el cambio climático no es tan preocupante». Al reputado científico Freeman Dyson le tachan de loco e imbécil por asegurar que en Groenlandia «están encantados con el calentamiento global».

Publicado: Jueves, 30/4/2009 - 11:14  | 8492 visitas.

Freeman Dyson
Freeman Dyson
Imagen: Agencias / Internet


Tamaño: Letras NormalesLetras MedianasLetras Grandes

Durante más de medio siglo, el eminente físico Freeman Dyson residió discretamente en Princeton (estado de Nueva Jersey), en la antigua explotación agrícola, ahora cubierta de árboles, que es la sede del patrón para el que trabaja: el Institute for Advanced Study (Instituto de Estudios Avanzados), el colectivo con más sabios por metro cuadrado de Estados Unidos. Últimamente, sin embargo, desde su «salida del armario en lo que al calentamiento del planeta se refiere», tal y como el mismo Dyson se refiere a su postura sobre este tema, se ha montado un gran revuelo a su alrededor. Páginas de debate en la Red, secciones de cartas al director y el propio correo electrónico de Dyson rebosan de invectivas en las que este inglés de 85 años se ve calificado como «imbécil pretencioso», «estercolero de desinformación» y, quizás de forma inevitable, «científico loco».

Todo empezó un día en que a Dyson le dio por exponer que cualesquiera que fueran las alteraciones que el clima estuviera experimentando, «podrían ser una buena cosa porque el dióxido de carbono contribuye al crecimiento de todo tipo de plantas». A continuación, añadió que en caso de que los niveles de CO2 aumentaran de manera excesiva podrían reducirse mediante el cultivo masivo de «árboles consumidores de carbono», creados especialmente al efecto. A raíz de semejante afirmación, Eric Posner, profesor de Derecho de la Universidad de Chicago, repasó cuidadosamente el denso expediente de doctorados honoris causa que ha recibido Dyson (un total de 21, en universidades como Georgetown, Princeton y Oxford) y después insinuó que «quizás también fuera posible diseñar árboles que indicarán a los excursionistas la dirección correcta para que no se pierdan».

George, un hijo de Dyson, experto en historia de la tecnología, asegura que las opiniones de su padre le han alejado de muchos de sus amigos. Hay quienes sospechan que este anciano, un científico del siglo XX, por grande que haya sido, no es que esté equivocado, es que está directamente acabado, que ya no tiene la cabeza para nada. Sin embargo, según la respetable opinión del neurólogo Oliver Sacks, amigo de Dyson y, como él, otro inglés emigrado, el científico está lejos de ese tópico. «Sigue teniendo una mente abierta y flexible», afirma.

Palabra de sabio

Sea como fuere, la postura de Dyson es mucho más inclasificable que la del típico derechista gruñón que reniega del cambio climático. Es un científico cuya inteligencia goza del respeto de sus colegas. Un prodigio de las matemáticas, que aterrizó en Estados Unidos con 23 años y al día siguiente, como quien dice, ya había contribuido al desarrollo de la electrodinámica cuántica con un trabajo pionero en ambas ramas de la física. Y no sólo abrió por su cuenta nuevos caminos a la ciencia, sino que también presenció, en primera fila, los avances de la física moderna junto a algunas de las personalidades más brillantes de la época, entre ellas, Einstein, Richard Feynman y Niels Bohr.

Entre las grandes dotes de Dyson destacan su claridad interpretativa y su capacidad de penetración para captar el método y la trascendencia de lo que hacen científicos de muy diferentes especialidades. Sus reflexiones sobre cómo funciona la ciencia se recogen en una serie de libros lúcidos y nada enrevesados, destinados a los no expertos, que han hecho de él un árbitro de confianza para valorar ideas que van más allá de la física.

Por ejemplo, Origins of Life (orígenes de la vida, 1999), que sintetiza y evalúa los últimos descubrimientos de biólogos y geólogos sobre la hipótesis del origen doble de la vida, es decir, de la posibilidad de que la vida empezara en dos momentos diferentes; Disturbing the Universe (alterar el universo, 1979), que trata, entre otras cosas, de reconciliar la ciencia con la Humanidad, y Weapons and Hope (armas y esperanza, 1984), su meditación sobre el sentido y el riesgo de las armas nucleares, que ganó el Premio Nacional del Círculo de Críticos de Libros.

Dyson está convencido de que esta época de la informática que estamos viviendo dará paso muy pronto a la época de la «biotecnología domesticada». La biotecnología, según escribe en su libro Infinite in All Directions (infinito en todas las direcciones, 1988), «nos ofrece la oportunidad de imitar la velocidad y la flexibilidad de la naturaleza». El autor imagina que la gente «desarrollará» un mobiliario a la carta y cachorritos de dinosaurio para sus hijos (él ha tenido seis), además de una serie de parientes de un árbol consumidor de carbono mediante manipulación genética: también termitas que se comerán los automóviles desguazados, una patata que podrá crecer en la superficie roja y árida de Marte, un automóvil capaz de evitar la colisión con otros...

Semejantes ideas suscitan las mismas burlas que los ensayos de Dyson sobre el cambio climático, pero él es un octogenario con visión de futuro que no se inmuta por nada. «Yo no creo que esté haciendo futurología. Estoy exponiendo posibilidades, cosas que podrían ocurrir. En gran medida, es cuestión del empeño que se ponga o no en que ocurran. El objetivo de pensar en el futuro no es predecirlo sino aumentar la esperanza de la gente», advierte.

Dyson es perfectamente consciente de que «muchos creen que estoy equivocado en el tema del calentamiento del planeta». Pero él no se adhiere a ninguna ideología y experimenta una aversión fulminante al consenso científico. Por encima de todo, el inglés es un estupendo científico que se plantea los interrogantes más difíciles. Podría ser un profeta solitario o, como él mismo reconoce, podría estar completamente equivocado.

Contracorriente

Hace cuatro años que Dyson empezó a exponer públicamente sus dudas sobre el cambio climático. En una conferencia en el Centro Frederick S. Pardee para el Estudio del Futuro a Más Largo Plazo, en la Universidad de Boston, proclamó que «todo este jaleo acerca del recalentamiento del planeta se ha exagerado de la manera más burda». Desde entonces, no ha hecho sino atizar aún más el fuego de sus dudas.

En 2007, declaró en una entrevista concedida a la revista on line Salon.com: «El hecho de que el clima se esté volviendo más cálido no me asusta lo más mínimo». Meses más tarde, escribió un ensayo para The New York Review of Books donde afirmaba que el cambio climático «ha pasado a ser el artículo fundamental de fe de una religión secular de ámbito mundial conocida con el nombre de ecologismo».

De todos los que él considera fervientes seguidores de esa religión, Dyson ha convertido a Al Gore en el particular blanco de su desprecio. En su opinión es el «propagandista principal» del cambio climático; él y James Hansen, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA y asesor de la película de Gore Una verdad incómoda. Dyson acusa a ambos de apoyarse de manera desmedida en modelos climáticos generados por ordenador que pronostican una inminente devastación mundial por culpa de la fusión de los hielos polares, la subida del nivel de los océanos y otras catástrofes que arrasarán la Tierra. Y les echa en cara «unos pésimos conocimientos científicos» con los que «distraen la atención de la opinión pública de peligros más graves y más inmediatos para el planeta».

En su opinión, «los que se dedican al estudio del clima y trabajan con modelos informáticos tienden a sobrevalorar esos modelos. Se llegan a creer que son reales y se olvidan de que no son más que eso, simulaciones». Los modelos climáticos, a ojos de Dyson, toman en consideración variables como los mecanismos atmosféricos y los niveles de las aguas, pero no tienen ninguna sensibilidad hacia la química y la biología del cielo, la tierra y los árboles.

Calentamiento local

Eso no quita para que el científico esté de acuerdo con la opinión predominante de que en la atmósfera hay unos niveles de dióxido de carbono, causados por la actividad del hombre, que están aumentando rápidamente. Pero para el planeta, apunta él, este aumento del carbono podría muy bien ser una circunstancia que en último término resultara beneficiosa en «un período relativamente frío en la Historia de la Tierra». El calentamiento, según él, no es universal sino localizado, «calienta los lugares fríos, pero no calienta más los lugares cálidos».

Lejos de temer las terribles consecuencias perjudiciales de estas temperaturas cada vez más elevadas, estima que el dióxido de carbono podría resultar saludable, un indicio de que «en realidad, el clima está mejorando en lugar de ir a peor», porque actúa como un fertilizante ideal que estimula el crecimiento de los bosques y la producción agrícola. «En su mayor parte, la evolución de la vida se produjo en una planeta considerablemente más cálido de lo que es en la actualidad y considerablemente más rico en CO2», sostiene.

Dyson considera que la acidificación de los océanos, que según muchos científicos está destruyendo la cadena alimenticia es, efectivamente, un problema, pero que, probablemente, «se haya exagerado». Los niveles de los mares están aumentando de manera constante, añade, pero «hasta que no sepamos mucho más acerca de sus causas, no pueden predecirse ni las razones de que eso sea así ni los peligros que pueda encerrar».

Para Hansen, el asesor de Al Gore, la causa siniestra del apocalipsis que amenaza el medio ambiente es el dióxido de carbono presente en el humo del carbón. «El carbón es la principal amenaza de la civilización y de la vida entera en nuestra planeta», ha escrito. Y se ha referido a los vagones de ferrocarril que transportan carbón como «trenes de la muerte».

Por su parte, Dyson ha dejado bien claro, en conversaciones y en mensajes de correo electrónico, su opinión de que «la cruzada de Jim Hansen contra el carbón exagera los daños que puede causar el dióxido de carbono».

El carbón contiene «contaminantes, sin ningún género de dudas», como hollín, azufre y óxido de nitrógeno, «un mejunje realmente repugnante que hace que la gente se ponga enferma y que resulta peligroso». Esos subproductos «se consideran algo malo, moralmente hablando, y con razón, pero pueden reducirse a niveles bajos mediante descontaminantes a un coste razonable». Según él, Hansen «explota» la toxicidad de esos elementos de la combustión del carbón como fórmula para condenar el dióxido de carbono que liberan, «que no puede reducirse a un coste razonable, pero que tampoco produce un perjuicio importante».

Más allá de los puntos concretos de controversia sobre los datos, Dyson ha manifestado que todo se reduce a «un desacuerdo profundo sobre valores» entre aquellos que creen que «la naturaleza sabe lo que es mejor y que toda alteración flagrante del medio natural es algo malo», y «los humanistas», entre los que él se cuenta, que sostienen que la protección de la biosfera en sus condiciones actuales no es tan importante como hacer frente a males que producen mayor repugnancia, como la guerra, la pobreza y el desempleo.

A menudo, Dyson pone como modelo su amada Inglaterra y sus paisajes. La modificación de los montes y las tierras bajas del país, realizada con éxito, ha creado una ecología verde totalmente diferente que ha permitido a plantas, animales y seres humanos salir adelante en «una comunidad de especies». Siempre se ha opuesto a la idea de que haya algo así como un ecosistema óptimo («la vida es algo siempre cambiante», advierte) y reprueba la opinión de que hombres y mujeres sean una especie que no tenga nada que ver con la naturaleza, aquello de que «debamos pedir perdón por ser humanos, aunque tenemos la obligación de reestructurar la naturaleza para sobrevivir».

Alarmado. Quizás todo esto explique las razones por las que este mismo hombre pudo escribir que «vivimos en un planeta vulnerable y en declive que nuestra falta de previsión está transformando en una ruina» y, sin embargo, reprender con buenas maneras a esos norteamericanos que se manifiestan contra el carbón en Washington. Dyson siente un gran aprecio por el carbón, y tiene una buena razón para ello: es tan barato que casi todo el mundo puede costeárselo. En su opinión, «el paso de las poblaciones de China y la India, de la pobreza a la prosperidad de la clase media, debería considerarse el gran logro histórico del siglo. Sin carbón no habría sido posible». Dicho lo cual, Dyson ve el carbón como el combustible provisional del progreso. En «apenas 50 años, la energía solar habrá pasado a ser barata y abundante, y hay muy buenas razones para preferirla al carbón», pronostica.

Lo que quizá más preocupa a Dyson en relación el cambio climático son los expertos. En su opinión, «caen con frecuencia en una parálisis causada por la opinión predominante que ellos mismos generan, lo que les lleva a creer que lo saben todo de todo».

Publicado completamente en El Mundo (España)

Comentarios sobre el artículo

Ver todos
Comentario de: Juan D�az publicado el: 8/23/2010 7:51:33 PM
...Un superorganismo (es la Tierra) que tender� a buscar su homeostasis (equilibrio) con o sin el g�nero humano, con mamiferos inteligentes, o con insectos inteligentes, tambi�n anti-ecologia humana, en todo caso, ironizo, Dysonianos.
Comentario de: Juan D�az publicado el: 6/22/2010 7:48:18 AM
Que el cambio clim�tico existe, es innegable, que sea negativo en TODOS sus aspectos es muy discutible, en eso Dyson acierta plenamente. Pienso que ser� China quien revolucionar� la econom�a mundial con tecnologias limpias, y otros paises seguiran creativamente esta nueva saga econ�mica. Pero el materialismo de Dyson le impide ver algo innegable tambi�n: que la "madre tierra" es un super-organismo inteligente y propositivo.
Ver todos

Categorías

» Agregar Enlace
Antropólogos Artistas Científicos Directorios y Guías Economistas
Ecuador Escritores Informática Médicos Militares
Músicos Políticos Por Países Químicos Religiosos

Enlaces a sitios

Artehistoria

Biografías de personajes históricos, galería de grandes maestros de la pintura y foros de participación para los amantes de la historia y el arte

Biografias de fotografos

Bibliotecas virtuales de las Universidades. Biografias de fotografos. Links de sus obras. galerias en Flickr. Webs internaciones de interes fotografico para profesionales y amateurs. Los mejores blogs fotograficos del momento.

Biografias de personajes

Portal de biografias de personajes famosos e historicos.

Biographie net

Directorio de biografías disponible en Internet

Buscabiografías

Biografías destacadas de personalidades de las ciencias, las artes, las letras y la industria del ocio. Todos los días se reseña la biografía de un personaje

debiografias.com.ar

Biografías de personajes famosos, elaboradas cuidadosamente y de gran valor didáctico.

Eric Weisstein"s World of Biography

Eric Weisstein"s World of Biography. This resource has been assembled over more than a decade by internet encyclopedist Eric W. Weisstein with assistance from the internet community.

Famous Scientists

List created by Dr. K an experienced science educator, having taught science at both the elementary and secondary school levels for 39 years.

Galerie Bedeutender Wissenschaftler

Chemie homepage solaris - wird ständig erweitert, aber ohne Anspruch auf Vollständigkeit

Índice de biografías

Contiene un buscador de biografías y un apartado para consultar biografías por apellidos



Artículos



Imágenes

 


Videos

 


Noticias


Entradas


Libros

 



Home Atrás Arriba


Estamos en:
Ciencia1.com:
2025 Ciencia1.com - Ciencia y Tecnología. Permitida la reproducción siempre que se señale la fuente y enlace correspondiente a cada material info@ciencia1.com