Los físicos advierten cautela, como siempre. Sin embargo, es sumamente fácil emocionarse con las posibilidades que ofrece el estudio del Cosmos, especialmente si tiene que ver con esos misterios en la larga lista por descifrar. Y en esta ocasión se trata de uno de los grandes: la materia oscura.
Recordemos los detalles. De acuerdo con las investigaciones recientes y el cúmulo de información recogida hasta el momento, el Universo está compuesto de la materia visible, que sólo ocupa de un 4 a un 5% de todo el espacio, la materia oscura, aún desconocida y que ocupa todo lo demás y la energía oscura, que se supone es la fuerza que acelera el Cosmos y obliga a las galaxias a alejarse, unas de las otras, cada vez más.
“Identificar la materia negra es una de esas metas esenciales de la astrofísica, esto nos proporcionaría con un conocimiento quizás completo de las leyes naturales y también del sueño de Einstein de hallar una teoría de unificación en la física”, explicó Gordon Kaye, físico teórico de la Universidad de Michigan.
Pero hasta el momento, nadie sabe qué realmente está ocurriendo. Por eso, los investigadores actúan con cautela.
“Es posible que todo esto tenga una explicación más simple, pero por el momento, la hipótesis que más encaja con las nuevas investigaciones es que se trata de la materia oscura”, propuso Nima Arkani-Hamed, del Instituto de Estudios Avanzados en Princeton, Nueva Jersey.
De acuerdo con un conjunto de estudios que han sido publicados en las últimas semanas, un sinnúmero de partículas, electrones y positrones de alta energía, fueron medidos por distintos aparatos.
En una de estas investigaciones, un globo, en la imagen, con un detector de rayos cósmicos a bordo y que vuela alrededor del Polo Sur, detectó el flujo extravagante de partículas.
Ahora, los físicos hablan de una aniquilación de la materia oscura.
Pero, ¿si no saben lo que es, cómo conocer que existe esta aniquilación?
“El problema es que este exceso de partículas pudo haber sido creado por otros fenómenos, como un pulsar, que es el residuo, magnetizado y dando vueltas como trompo, de un supernova.
Pero existe una explicación mejor y más llamativa.
Creemos que estas partículas están siendo expedidas por bolas de fuego creadas por partículas de materia oscura que se aniquilan entre ellas en el espacio”, explicó Kaye.
“No podemos descartar la primera explicación, pero con los datos que tenemos, tampoco podemos descartar que se trate de la materia oscura, ahora debemos dejar que los aceleradores digan la última palabra”.
El examen de la antimateria
El objetivo, por supuesto, es identificar la materia oscura. ¿De qué está hecha?, ¿cómo interactúan estas partículas con las visibles? “Nos estamos acercando a su identificación, o quizás no”, aseguran los investigadores.
La semana pasada, por ejemplo, un satélite para estudiar rayos cósmicos, construido por científicos de Italia, Alemania, Rusia y Suecia, descubrió un exceso de positrones de alta energía (son electrones pero con carga positiva, es decir, la antimateria de los electrones), “puede que se trate de la primera evidencia de la aniquilación de materia oscura”, escribieron, “o de un pulsar cercano”, advirtieron, siempre cautos, al final.
Pero el examen de antimateria es usualmente una buena señal de que algún fenómeno extraño está ocurriendo. Por ello, la señal de los positrones ha entusiasmado a los físicos.
Carne para una colisión
Otra señal de que algo extraño está sucediendo en el Cosmos ha llegado en los mapas elaborados de los residuos de la Gran Explosión.
Es el llamado fondo cósmico de radiación de microondas que nos ha proveído con la edad del Universo, entre otros detalles.
Esos mapas, elaborados mayormente por el satélite Wilkinson, muestran una niebla de partículas cargadas que rodean toda la Vía Láctea, nuestra galaxia.
Más aún, otro satélite europeo descubrió rayos gamma que emanan del centro de nuestra galaxia, lo que sugiere la presencia de positrones, aunque esta vez en menor intensidad.
Lo importante de todos estos reconocimientos de partículas es que los investigadores pueden anotar detalles específicos y luego buscarlos en los colisionadores, como el Large Hadron.
Publicado originalmente en El Caribe (República Dominicana)