¿Cómo eran los seres humanos que dibujaron figuras de animales en las paredes de las cuevas en el Paleolítico? "Eran personas con una capacidad cognitiva avanzada, equiparable a la nuestra, y, probablemente, con la memoria visual más desarrollada, preocupados por plasmar la realidad y muy normativos", defiende Imanol Amayra, profesor de Psicología de la Universidad de Deusto. La respuesta de Amayra recoge parte de las conclusiones de un prolijo estudio que ha desarrollado junto con el catedrático de Prehistoria y Arqueología de la misma universidad Juan María Apellániz sobre las formas del dibujo figurativo paleolítico. "Investigamos las formas para llegar a la mente de los artistas rupestres", explica el psicólogo. El camino para lograrlo fue comparar las pinturas rupestres con dibujos realizados en la actualidad.
La atención de los investigadores se fijó en las pinturas de las cuevas del eje franco-cantábrico, que contienen muestras de arte prehistórico datado entre 35.000 y 9.500 años antes de Cristo. Apellániz decidió centrar la investigación exclusivamente en el contorno de las figuras de los caballos. El análisis de las obras se completó con la experimentación: encargaron a artistas profesionales y aficionados y a estudiantes que realizasen dibujos similares a los caballos de las cuevas. Del cruce de datos entre las pinturas paleolíticas y los experimentos realizados por los investigadores se extrae una sorprendente conclusión: en 25.000 años de arte paleolítico se registraron menos cambios de los que muestra un solo artista contemporáneo en menos de dos décadas. Fue una época, un larguísimo período de más de 250 siglos, en la que cambiaron muchas cosas en la vida de las comunidades prehistóricas. Las herramientas y las armas evolucionaron en el tiempo, pero las representaciones artísticas quedaron estancadas. No hubo estilos ni diferencias según la ubicación geográfica, explican los investigadores, salvo en focos reducidos.
Ameyra advierte de que hay que reformular los conceptos de la psicología actual para entender la mente del Paleolítico. Rechaza de entrada que la ausencia de evolución artística se deba al escaso desarrollo mental. "Ni eran como niños ni su nivel intelectual era bajo. Su mente era capaz de combinar formas que se reconocen como caballos. El detalle de los dibujos paleolíticos era el mismo que el de los que se realizan ahora", explica. Eran seres que poseían destreza para dibujar, como demuestra el análisis, en el que alcanzan resultados más cercanos a la de los artistas profesionales actuales.
No existen argumentos científicos para saber con certeza quiénes eran los artistas rupestres o qué posición ocupaban en su grupo humano. Los investigadores creen que eran seres preocupados por plasmar la realidad, con una visión analítica de las figuras que representan. "Las figuras revela la existencia en la mente paleolítica de un precepto básico que ordena que sean identificables en el natural", precisan. Ameyra subraya esa vocación normativa de los autores prehistóricos, pero precisa que la ciencia no puede decir quién ponía las normas. Ni siquiera se puede afirmar que las representaciones rupestres persiguiesen una trascendencia.
[Un extraordinario bifaz, una herramienta prehistórica de dos caras tallada en piedra, pendiente aún de datación es el hallazgo más significativo de la campaña estival que los arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi desarrollan en el yacimiento de Irikaitz, en Zestoa. El director de las prospecciones, Álvaro Arrizabalaga, explicó a Efe que se trata de una pieza del Paleolítico inferior, entre 2,5 millones y 120.000 años antes de Cristo, realizada en vulcanita, y que se halla muy deteriorada].
Publicado originalmente en El País (España)