La
teoría de cuerdas es uno de los campos de trabajo más avanzados en este camino. Esta teoría, cuyos elementos constitutivos son pequeños filamentos unidimensionales denominados cuerdas, sugiere la existencia de seis o siete dimensiones espaciales invisibles además del tiempo y de las tres dimensiones espaciales que conocemos.
Del mismo modo que la forma de un instrumento musical determina su sonido, la forma de estas dimensiones determina las propiedades y el comportamiento del Universo de de cuatro dimensiones que conocemos. En la teoría de cuerdas la forma de las dimensiones tiene una importancia crucial, ya que el patrón de masas de partículas y fuerzas que observamos está determinado por la forma en que vibran las cuerdas.
Para determinar si la teoría de cuerdas es acertada se han diseñado una serie de ingeniosos experimentos. Un equipo de cosmólogos de la Universidad de Illinois ha diseñado un experimento para estudiar cómo absorben la luz del Big Bang los átomos de hidrógeno neutro. Para ello se requiere la construcción de un enorme entramado de radiotelescopios en la Tierra, en la Luna o en el espacio.
Pero quien actualmente acapara toda la atención es el gran colisionador de hadrones, el mayor acelerador de partículas del mundo, propiedad del CERN y que entrará en funcionamiento este año cerca de Ginebra (Suiza). Se han alzado algunas voces que advierten del grave peligro que supondría crear un agujero negro estable en el acelerador, pero los estudios realizados por el CERN no encuentran bases fundadas para estas amenazas. Es posible que las nuevas partículas nos permitan vislumbrar la existencia y la forma de otras dimensiones.
En un acelerador de partículas, se bombardean núcleos atómicos a casi la velocidad de la luz, creando partículas de alta energía muy inestables que se desintegran en una lluvia de partículas de menor energía que pueden captar los detectores. Los patrones de desintegración permitirán estudiar las partículas exóticas y, posiblemente, la forma de las dimensiones planteadas por la teoría de cuerdas. En este sentido, el gran colisionador de hadrones será una herramienta esencial para descubrir la receta del Universo.
Publicado originalmente en ADN (España)