Catástrofes, shamanes y sacrificios a los dioses
Desde que el ser humano pasó de ser homo habilis a ser homo sapiens, alrededor de 3 millones de años atrás, obtuvo la capacidad de especular, proyectar y comprender los conceptos de pasado, presente y futuro. Sin embargo, la búsqueda de conocimientos realistas –la ciencia- ha sido un proceso lento y tortuoso, nada carente de retrocesos. En el proceso, hemos pasado de la superstición al conocimiento científico. Lo que antes se consideraba el dios trueno, ahora sabemos que corresponde a movimientos del aire y vibraciones sonoras simplemente. Y si había una sequía, ya no era el dios de la lluvia al que había que aplacar en su furia por medio de sacrificios humanos presididos por el shamán de la tribu.
¿Cosa del pasado? Los shamanes y mesias autoproclamados no han dejado de utilizar catástrofes cada cierto tiempo para intentar regular la vida de los demás. La "Utopía" de Tomás Moro nos muestra una sociedad totalmente regulada por políticos y militares, de modo que los recursos alcancen para todos. Malthus preveía un futuro gris para la humanidad, aduciendo que la población crecería geométricamente y la producción sólo aritméticamente, generándose hambrunas. Su predicción vino al mismo tiempo que la seudoteoría de Marx sobre el empobrecimiento de los empleados industriales. Ambos fallaron miserablemente, pues en estos ultimos 200 años hemos visto elevarse el consumo de alimentos per capita (ya queda sólo un 18% de pobres a nivel mundial según la O.N.U.) y los salarios reales con la aparición de la clase media que el capitalismo permitió por primera vez en la historia.
Paul Ehrlich, el Al Gore de los 1970"s (¿un algorero del desastre?)
pronosticó la muerte por hambruna de 100 millones deestadounidenses por el inminente –según la profecía de turno- enfriamiento global que se vivió de los 1940"s a los 1970"s y nos llevaría a una nueva era glaciar.
Los mesias, que no ocultan su ambición de tener un gobierno único
planetario como en "Utopía", aprovechan estas crisis, reales o
imaginarias, para hacer crecer el poder estatal sobre la sociedad.
Desde luego no sólo el medio ambiente sirve para confiscar libertades, sino también las guerras y otras catástrofes resultan catástrofes convenientes para el establishment intervencionista. Nadie ha descrito mejor el fenómeno que Robert Higgs en su "Crisis and Leviathan", un libro que los lectores de Ensaga no pueden perderse por su calidad en temas y estilo.
El Calentamiento Global
Nadie niega el cambio climático ni se niega el calentamiento global
actual. De hecho, con un poco más de calentamiento tal vez Groenlandia (Greenland en inglés) vuelva a ser verde, y Suecia pueda cosechar uvas nuevamente como durante el primaveral medioevo europeo. Incluso un poco de efecto de invernadero (si el 3% de la atmósfera que es CO2 fuera suficiente para eso) sería bueno para la vegetación las zonas más desérticas del mundo, como la superpoblada y malnutrida África subsahariana. A cambio, aún asumiendo que no fuera un proceso natural (como se deduce, estamos apenas reponiéndonos de un enfriamiento global post-medieval) habría que tolerar unos pocos centímetros de elevación del nivel del mar. Pero lamentablemente, hay algo llamado Protocolo de Kyoto que busca impedir el proceso. Algunos presidentes tuvieron la sensatez de no firmarlo, incluido Vaclav Klaus de República Checa, quien siempre ha sido un líder basado en pruebas y tesis sólidas, y no en complacer encuestas ni votantes semi-informados.
En contraste, el otorgamiento a Al Gore de un Premio Nobel de la Paz, al igual que con los microcréditos subvencionados via impuestos de M. Yunus, uno no puede sino preguntarse ¿qué proceso de paz, cese al fuego o armisticio logró este personaje? (Ese fue el objetivo de Alfredo Nobel para dicho galardón). Simplemente basta ver su documental "Una verdad inconveniente", donde de pie frente a una gráfica de comportamiento del calentamiento y el CO2, se nota claramente que el calentamiento ocurre cientos de años antes que el aumento del CO2. Es decir que el calentamiento global aumenta el nivel de CO2, no al revés. No sé en el universo de Al Gore, pero en el que yo conozco, la causa precede al efecto en el tiempo.
Propongo que demos un vistazo a acciones prácticas para conservar mejor nuestro medio ambiente, muy al margen de la manipulación política y mediática que puede provenir de varias fuentes opuestas, ciertamente.