El experto también cree en la posibilidad de enviar futuras misiones para estudiar la luna de Saturno. El doctor Brown presentó sus conclusiones durante la Conferencia anual de la Unión Europea de Geociencias, (EGU en sus siglas en inglés), realizada en Viena.
Otros estudios indican que Enceladus podría estar formado de roca fundida que podría alcanzar temperaturas de más de 1.100º C.
"Desde hace mucho tiempo se ha buscado alguna evidencia de vida en el universo" dijo a BBC Mundo el astrónomo Francisco Diego, investigador de la Universidad de Londres. "Y la información de que Enceladus podría tener agua líquida bajo su superficie es una noticia espectacular", señala.
Grietas y anillos
Saturno tiene 31 lunas. Enceladus es la sexta más grande y está ubicada dentro de uno de sus anillos. En julio del 2005, la sonda Cassini sobrevoló espectacularmente a Enceladus, pasando a sólo 173 kilómetros sobre su superficie.
"Durante esa misión" explica Francisco Diego, "se logró confirmar que la luna tiene una atmósfera, y se encontró firme evidencia de que los gases que forman esa atmósfera surgen de grietas en la superficie". Estas grietas, ubicadas cerca del polo sur del satélite, son conocidas como "rayas de tigre".
Según los investigadores, hay gases que son expulsados de la superficie y que salen en grandes chorros que alcanzancientos de kilómetros de altura, que se dispersan y eventualmente forman el anillo E de Saturno.
Los científicos descubrieron que gran parte de ese gas es vapor de agua, lo que indica que bajo la superficie congelada de la luna hay agua líquida.
El doctor Bob Brown, de la Universidad de Arizona, en Tucson, dirige el equipo a cargo del espectrómetro para trazado visual e infrarrojo de mapas, el Vims, de la sonda Cassini.
Los científicos han analizado la composición química de la atmósfera de Enceladus y han trazado la distribución de varios gases.
"Es claro que hemos visto agua en Enceladus", señala Bob Brown; "hay agua por todas partes, la superficie tiene 99.9% de hielo y esto lo hemos sabido durante muchos años, así que no fue una gran sorpresa".
Pero lo que sí sorprendió a los astrónomos fue descubrir en las "rayas de tigre" un compuesto que creen es una mezcla de carbono, hidrógeno y nitrógeno mezclados, que son arrojados por los chorros que expulsan las "rayas de tigre".
"Si colocamos todas estos agentes juntos", señala el doctor Brown, "podemos deducir que Enceladus contiene todos los ingredientes necesarios para el desarrollo de la vida".
Vida
Para el astrónomo Francisco Diego este descubrimiento es "extraordinario". "Estos cuerpos son como los cometas", dice, y agrega que "están hechos de hielo, pero se cree que debajo de esa capa de hielo, que es de varios kilómetros de espesor, hay agua líquida".
Según el astrónomo, la más clara evidencia de esto son las imágenes captadas por Cassini de las nubes de gas arrojadas por Enceladus.
"Los gases que están siendo arrojados al espacio quizás están interactuando con el medio ambiente, con la luz solar y con los campos magnéticos de Saturno", señala Francisco Diego. Y agrega que "quizás esto está produciendo compuestos orgánicos que son los elementos fundamentales para la composición de la vida".
"Y esto sin duda es una noticia espectacular", dice el astrónomo
Los investigadores subrayan, sin embargo, que el poder replicar esos compuestos orgánicos o incluso encontrar formas primitivas de vida en el planeta sólo se logrará con una futura misión a Saturno.
Ya se ha pensado enviar naves más especializadas a Europa, la luna de Júpiter, donde también se cree que podría haber agua líquida. Los investigadores han propuesto robots exploradores que podrían perforar la capa superior de hielo hasta alcanzar el agua líquida debajo de éste.
Señalan que el mismo enfoque podría utilizarse para estudiar a Enceladus, o incluso, dice Francisco Diego, podría utilizarse una técnica más sencilla.
"Se cree que el agua líquida de Enceladus está en las grietas o "rayas de tigre", así que quizá sería mucho más sencillo llegar a ella".
"El problema", agrega el astrónomo, "es que Saturno y todo su sistema están a más del doble de distancia de la Tierra que Júpiter, y eso podría llevar varios meses o años para llegar allí. Pero con esta nueva evidencia quizás muy pronto veremos una misión específica para estudiar a Enceladus y buscar pruebas de vida", concluye.
Publicado originalmente en Omnia (México)