El año 2011 culminó con más de 200 millones de desempleados en el mundo, y a inicios de 2012 la mayor parte de los países registra una tasa de desocupación mayor que antes de la crisis de 2008, excepto Australia y Alemania, revela un reciente informe de la OIT que será presentado en el 41 Foro Económico de Davos que sesionará del 25 al 27 de enero.
El ritmo de creación de puestos de trabajo en los países industrializados y emergentes que integran el G-20 fue del 1% en 2010, y se prevé que se eleve apenas 0,8% para finales de 2012. De mantenerse esa tendencia, para 2015 el desempleo podría alcanzar a más de 40 millones de personas residentes en esas naciones, el doble que en la actualidad, precisa otro informe conjunto de la OIT y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentado el año pasado.
Ambos organismos internacionales están preocupados por la subida del desempleo juvenil, que en España llega al 46% y al 60% en Sudáfrica; y por el incremento de la informalidad y el desempleo de larga duración, que favorecen la marginación social. Este es el rostro humano de la crisis y los gobiernos no lo pueden ignorar, enfatizaron Ángel Gurría y Juan Somavía, máximos responsables de la OCDE y de la OIT, respectivamente.
El 19 octubre de 2011, la OIT pronosticó que 2011 cerraría con 74,6 millones de jóvenes desempleados en el mundo, para una tasa del 12,6%, una décima inferior a la registrada a finales de 2010, cuando las personas de entre 15 y 24 años de edad sin trabajo sumaron 75,1 millones. El estimado estaba muy cerca de los 75,8 millones verificados en el momento más grave de la crisis global en 2009. Solo entre 2008 y 2009, el desempleo juvenil reportó un aumento de 4,5 millones, una cifra sin precedentes.
En la actualidad existirían 74,8 millones de desempleados de entre 15 y 24 años, cuatro millones más que en 2007. Según la OIT, esta situación propicia la aparición de una generación de trabajadores jóvenes víctimas de “una peligrosa mezcla de alto desempleo, creciente inactividad y trabajo precario en los países desarrollados y del aumento de trabajadores pobres en las naciones en desarrollo”, que puede socavar la confianza en el sistema político y económico mundial.
La OIT considera que la frustración colectiva de los jóvenes ha sido uno de los factores que ha contribuido al surgimiento de los movimientos de protesta en 2011, y advierte que para garantizar la paz social en diversas regiones del mundo habrá que crear al menos 600 millones de empleos productivos en los próximos 10 años.
Desempleo récord en Europa
En junio de 2011 unas 18 mil personas engrosaron la lista de desempleados en la Unión Europea (UE), lo cual mantuvo el índice de desempleo en 9,9% por cuarto mes consecutivo. Según la Oficina de Estadísticas Eurostat, 15,6 millones de personas se encontraban sin empleo en los 17 países miembros de la zona euro, mientras que en el conjunto de las 27 naciones integrantes de la UE la cifra ascendía a 22,4 millones de individuos.
El desempleo en la eurozona se mantuvo en noviembre de 2011 en niveles récord, con más de 16,3 millones de personas en paro y una tasa de desempleo de 10,3% en los 17 países de la región, lo cual representaba 587 mil personas más que en noviembre de 2010. El país más afectado era España (22,9%), seguido por Grecia (18,8%), mientras que Austria y Luxemburgo registraron la tasa más baja, con 4 y 4,9%, respectivamente. El paro afectaba más a las mujeres que a los hombres, y el índice de desempleo juvenil alcanzaba 21,7%, un aumento de 207 mil individuos en los últimos 12 meses.
El número de desempleados en España aumentó en 144.700 personas en el tercer trimestre de 2011 hasta rozar los cinco millones de trabajadores en la calle, informó el Instituto Nacional de Estadística (INE). Al cierre de septiembre, 4.978.300 personas se encontraban sin empleo, para una tasa de desocupación de 21,52%, precisó la Encuesta de Población Activa (EPA).
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